domingo, 1 de marzo de 2009

En Argentina, Cristina Fernández pide unidad y cooperación ante la crisis global

BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández convocó el domingo a la unidad y pidió cooperación a todas las fuerzas políticas para afrontar el impacto de la crisis global, que de prolongarse convertirá al 2009 en el "más difícil de los últimos 100 años".

Fernández hizo estas declaraciones durante su discurso de apertura del 127° período de sesiones ordinarias del Parlamento, en el que también defendió su gestión, atacó al sector agropecuario y reclamó nuevamente a la justicia la celeridad en los juicios contra los ex miembros de las Fuerzas Armadas por violaciones a los derechos humanos en la última dictadura (1976-1983).

"Tal vez sea la primera presidenta en tantas décadas que viene a dar este mensaje en una situación inédita en materia internacional", destacó Fernández. "Convoco a las fuerzas políticas y a todos los sectores, que vamos a tener que hacer un gran esfuerzo".

"Este proyecto político merece algo de crédito porque hemos tenido resultados. Merecemos no apoyo, sino comprensión y cooperación", agregó.

Si bien la mandataria subrayó que la crisis global encuentra el país "en nuestro sexto año de crecimiento consecutivo, completando el ciclo de crecimiento económico más importante de 200 años", advirtió que de profundizarse debacle financiera internacional 2009 será el "más difícil de los últimos 100 años".

Fernández adelantó que durante este año enviará al Congreso proyectos que apuntan a crear "nuevos instrumentos que nos permitan intervenir en la economía para preservar el trabajo y la generación de la actividad económica", sin dar mayores precisiones.

No hizo mención a una supuesta estatización del comercio exterior de granos o creación de un sistema mixto, que según medios locales estaría en consideración del gobierno en medio del tire y afloje con el campo.

En este sentido, la presidenta volvió a criticar a los productores rurales porque se niegan a comercializar el remanente de la última cosecha de soja que mantienen en sus campos --estimado entre 5 y 9 millones de toneladas--.

"¿Quién puede hoy no comercializar su producción? Les pedimos a aquellos que han tenido la inmensa suerte... de una rentabilidad más que buena, en algunos casos extraordinaria, apuntalar este esfuerzo que hemos hecho los argentinos".

La mandataria mantiene una tensa relación con el sector agropecuario desde que en marzo del año pasado intentó imponer sin éxito un esquema tributario que ataba las retenciones al precio internacional de los granos y desembocó en huelgas y bloqueos de rutas que durante cuatro meses paralizaron el país y afectaron el abastecimiento de alimentos.

Cuestionó la lentitud de los jueces para juzgar a los represores del último régimen. "Es hora de que la justicia dé respuestas. Es su hora y se viene demorando desde hace demasiado tiempo", sostuvo la presidenta.

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