martes, 24 de marzo de 2009

En EEUU, cada vez más trabajadores sin seguro de salud

WASHINGTON.- Los trabajadores estadounidenses --cuyos impuestos costean enormes programas federales de salud-- están siendo afectados como ningún otro grupo por las altas primas de los seguros médicos privados, que están subiendo a un paso más veloz que sus salarios.

Aunque casi todos los jubilados y casi el 90% de los niños tienen cobertera de seguros de salud, los trabajadores corren ahora más riesgos de no contar con seguros médicos que cuando los legisladores debatieron una reforma radical del sistema de salud en la década de 1990, dice un estudio dado a conocer el martes.

El estudio realizado para la Fundación Robert Wood Johnson encontró que casi uno de cada cinco trabajadores no tiene seguro, un aumento significativo respecto a los 90, cuando la proporción era de uno de cada siete.

El problema es el costo. Las primas totales para los planes empresariales han subido seis a ocho veces más rápidamente que los salarios, dependiendo de si la cobertura es individual o familiar, dice el estudio.

"Lo interesante es cuántos trabajadores están ahora sin seguro", dijo Lynn Blewett, director del centro de acceso a la información de salud pública estatal en la Universidad de Minnesota, que realizó el estudio.

"En los últimos dos años hemos visto un deterioro del sistema de seguros privados de salud".

Unos 20,7 millones de trabajadores estaban sin seguro a mediados de los 90. Una década más tarde, la cifra era de 26,9 millones, dice el estudio.

En los noventa, había ocho estados con 20% o más de la población en edad laboral sin seguro. Ahora hay 14: Alaska, Arizona, Arkansas, California, Florida, Georgia, Luisiana, Mississippi, Nuevo México, Carolina del Norte, Oklahoma, Oregon, Carolina del Sur y Texas.

Aún así, los trabajadores siguen pagando por el servicio de salud de otros. Sus impuestos pagan por el programa Medicare, que cubre a los ancianos, y por el Medicaid, que da cobertura de salud a los pobres y los hijos de los trabajadores de bajos ingresos. Pero el gobierno provee poca asistencia para ayudar a la cobertura de salud de los trabajadores.

"Realmente no existen programas de protección para los adultos", dijo Blewett.

El estudio se produce en momentos en que el gobierno del presidente Barack Obama trata de mantener el apoyo a una reforma radical del sistema de salud este año, en medio de déficits federales récord. Un programa como el propuesto por Obama, que ofrecería cobertura de salud a todo el mundo, tiene un costo estimado de 1,5 billones de dólares en 10 años.

Pero el sistema de salud de Estados Unidos, que es ya el más costoso del mundo, es considerado también el más ineficiente.

"No pienso que podemos aplazar una reforma más allá de este año", dijo la doctora Risa Lavizzo-Mourey, presidenta de la Fundación Robert Wood Johnson, que provee financiamiento para investigaciones sobre la atención a la salud. "Está claro que estamos en el borde".

En todo caso, la situación para los trabajadores parece ser peor que lo reflejado en el estudio, que analiza los datos del censo hasta el 2007. Pero eso fue antes del desplome económico.

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