lunes, 9 de marzo de 2009

Francisco Poveda: "Que los editores pidan ayudas al Gobierno es como ponerse en manos de un solo anunciante"

MADRID.- "Cifrar todas las esperanzas en La Moncloa es ingenuo como mínimo, aparte del tongo que conlleva". Francisco Poveda, profesor y periodista, advierte de los riesgos de pedir ayudas al Gobierno para salvar a la prensa ya que considera que el modelo está obsoleto desde hace años. Cree que Internet nos ha devuelto a una democratización, "incluso superior a la del inicio de la prensa de papel", y avisa que "quien se empeñe en colocar barrerras de acceso se equivoca porque eso va en contra de su propio posicionamiento".

Hoy lunes, 'Periodista Digital' entrevista al editor del blog 'Economía Avanzada' con motivo de la fuerte crisis que atraviesa la profesión en España y en el Mundo.

La crisis ha evidenciado que el actual modelo está obsoleto, ¿hacia dónde se encamina el sector?

Pero obsoleto del todo. Ya no se tiene en pie. Ha cumplido, como lo conocemos, más de un siglo. Y cualquier proceso y/o producto tiene un ciclo de vida. Ahora la alternativa clara se llama Internet. Desde 1990 esto se sabía en determinados círculos estudiosos de las entonces incipientes autopistas de la información. En España, 'Fundesco' ya publicó un magnífico ensayo prospectivo en esa fecha. Luego, ha habido en la Universidad española cientos de seminarios. Internet no es un medio más sino un canal único para todo tipo de medios. Esa es su gran diferencia y virtualidad.

La crisis económica sólo ha hecho precipitar la catarsis esperada cuando ya tampoco era saludable para el propio sistema democrático tanta concentración en la propiedad de los medios por parte de los ocasionales amigos del poder de turno. La función natural de la prensa se había desnaturalizado demasiado. La figura del editor clásico había desaparecido en favor de intereses espúreos. Y el lector había dejado de ser el principal objeto del proceso de la información periodística, como integrante y componente de la tan necesaria Opinión Pública.

Internet nos devuelve a una democratización, incluso superior a la del inicio de la prensa de papel. El sector está ya en pura clave digital y ahora sólo falta diseñar con más precisión como debe ser el periodismo interactivo.

Los grandes grupos están pagando ahora las políticas empresariales de expansión, arriesgadas y muy costosas. ¿Es el momento de acotar los objetivos y buscar una diversificación? ¿Es el fin de los 'imperios' de la comunicación?

Lo del multimedia siempre me pareció un camelo. Más que sinergias, que no garantizan más calidad, produce tensiones funcionales y tampoco veo su valor comparativo por ningún sitio. Los periódicos deben hacerlos un tipo de periodista más intelectual y cuajado que un periodista de radio o televisión. El perfil del editor también debe ser distinto. Y los públicos casi no tienen nada que ver. Por eso las empresas y sus dueños tampoco deben ser lo mismo. Los imperios siempre terminan por los suelos.

Un 'cáncer', que también se ha demostrado al final, ha sido tanto ejecutivo tan bien pagado sin aportar a cambio grandes valores añadidos al producto y a la gestión empresarial. Han tratado al periódico, por puro desconocimiento de su filosofía, igual que si fuese papel higiénico en el lineal de un supermercado en vez de entender que estaba más cerca de lo que es un libro. El gran competidor del diario de papel, tanto como Internet, es hoy un buen libro.

Definitivamente estamos ante la caída de los imperios mediáticos como históricamente ha sucedido con todo tipo de imperios. Lo pequeño siempre es mucho más hermoso, versátil y, en este caso, conveniente para el ciudadano. Hoy la libertad informativa sólo circula por los miles de webs y blogs verdaderamente independientes, que existen en Internet, al igual que la mejor libertad de pensamiento y expresión. Y ésa es claramente la tendencia dominante, sin ningún lugar a dudas, al igual que una mayor altura intelectual en muchos casos. El ciudadano sale ganando.

¿Pagan los periodistas los errores de directivos incompetentes?

Los periodistas, los lectores, los anunciantes y la democracia. Hay todavía demasiado incompetente en la gestión de la empresa informativa. Porque no ha habido, apenas, una verdadera gestión empresarial específica aunque sí mucho desconocimiento del producto y su entorno natural y propio. Pero los periodistas no estamos tampoco exentos de culpa porque nuestro pecado capital ha sido, en muchas ocasiones, olvidar los intereses generales de nuestros lectores, deslumbrados por la osadía y arrogancia del poder en el más amplio sentido del término. La crisis va a acabar con muchos mitos y, espero, que también con muchas impunidades de la prensa convencional.

Volviendo a los directivos incompetentes, no hace falta tener un MBA para basar la financiación en uno o varios, pocos, ´benefactores' institucionales. En España las fuentes directas de financiación han estado siendo en los últimos quince años de las administraciones públicas, la banca, la construcción, la automoción, la gran distribución comercial y la formación superior. Ése ha sido el gran oligopolio de oferta en la época de vacas gordas para los ingresos y de vacas flacas para los principios morales. Aunque también con demasiada concentración de riesgo, tal como se ha visto tras desdeñar una publicidad mucho más diversificada y menuda, que procuraba antaño mayores cotas de libertad. El dinero de El Corte Inglés vale igual que el de cualquier otro anunciante aunque sea el de la consulta de un dentista.

¿Cómo valora el desmorronamiento de Prisa? ¿Hay alguna solución?

No es una buena noticia para nadie. El País ha sido el mejor producto diario en castellano durante mucho tiempo, con una época espectacular de calidad tras el atentado a las Torres Gemelas en el bajo Manhattan. Luego ha ido perdiendo altura, referencia y garantía de libertad. También la desaparición de Jesús de Polanco me parece un factor nada desdeñable en su declive del último año y medio. Prisa era su obra personal y el resultado político de su empuje como editor y empresario. No veo nada clara la salida del Grupo como no sea la vuelta al principio de sus tiempos para que el derrumbamiento no acabe con todo.

Confío en que, al menos, elpais.com no sea arrastrado. Y creo que la mejor salida sólo puede venir desde México y de la mano del millonario Carlos Slim, como nos enseña su irrupción en 'The New York Times'. Como tal, a 'Prisa' no la veo con mucho futuro. Y la Cadena SER sólo se puede salvar, creo, volviendo a su filosofía del principio, con accionistas cercanos y mucha más programación local y regional, básicamente por Internet.

Internet ha sido el único soporte que sigue dando buenos resultados a pesar de la crisis; ¿por qué sigue siendo el 'patito feo' tanto para lectores como para anunciantes? ¿Hay falta de unión en el sector de periodismo digital?

Eso es producto del desconocimiento telemático por falta de destreza, o simplemente por pereza, y del miedo de quienes se han quedado mentalmente atrás. No hay vuelta de hoja y quien ya no lo quiera ver, se quedará convertido en una 'estatua de sal' analógica. Esos buenos resultados significan que suficiente gente se ha convencido de que Internet es ya tan presente como futuro. Y, pese a la crisis, irá creciendo porque se ha demostrado cuantitativamente su eficacia publicitaria, también ofrece un menor coste tarifario y tiene una difusión potencial, que es exponencial por universal.

Los lectores que todavía no se han incorporado a la prensa digital son lectores que, en muchos casos, morirán como lectores de periódicos a la vez que muera el papel prensa. En cuanto a los anunciantes, sólo los que tengan un gran producto/servicio acorde con los tiempos merece la pena que se incorporen en plena crisis. En Internet, el mercado y la competencia son universales por definición aunque también veo clara la oportunidad para el anunciante en mercados muy locales si su oferta agrega bastante valor, segmentación y diferenciación.

Finalmente, veo absolutamente necesaria y urgente la asociación de toda la prensa digital profesional, en España y en la UE. La realidad de la prensa digital española difiere bastante de la que quieren imponer y ahora se quieren encaramar por encima de quienes han construido la verdadera prensa digital española, con el sólo ánimo de seguir monopolizando el disfrute de la publicidad institucional y corporativa.

En EEUU, los principales editores se han planteado el cobro por los contenidos de los periódicos digitales. ¿Qué le parece?

La gratuidad plena en Internet no tiene retorno. Quien se empeñe en colocar barrerras de acceso se equivoca porque eso va en contra de su propio posicionamiento, desarrollo y difusión en Internet. Hoy el precio portada en la prensa diaria de papel no significa ni el 10% de los ingresos para la empresa editora. Intentar ahora salvar el tipo a costa del esfuerzo económico de quien da un absoluto sentido a la existencia de la prensa, hoy digital, demuestra que no se entiende que el mundo de la comunicación de masas ha cambiado y que Internet no se puede concebir sin la gratuidad por la navegación. Ése es precisamente uno de los pilares de su éxito: que todos podamos compartir los contenidos de todos. Me parece suficiente que del impuesto que se paga al comprar cada ordenador, los editores reclamen su parte. Hasta ahí.

La fusión de las redacción de papel e Internet, ¿es una mal necesario?
La actual cohabitación es temporal y con fecha segura de caducidad. Lo de sentido común, desde el punto de vista de la organización redaccional, es caminar todos juntos hacia el ideal de una edición digital única y continua. No lo veo para nada como un mal necesario porque hay que tender hacia un centro de beneficio que racionalice gastos y procure contenidos para lectores mucho más exigentes y cosmopolitas. Ya no se defiende tener que hacer, a lo largo del día, tres periódicos sucesivos para, finalmente, imprimir el más actualizado y tirar los otros dos a la papelera aunque algo se aproveche para las primeras ediciones. Ese derroche de la prensa de papel ya no tiene defensa en tiempos de crisis. Va contra toda lógica productiva. La apuesta digital acaba de cuajo con ese dispendio diario irracional.

Los grupos de comunicación españoles han pedido al Gobierno ayudas siguiendo el modelo francés, en el caso de que se concediesen, ¿se trataría de una salida o un parche?

Es comprensible que, llegada la hora final, el alivio del placebo nos consuele. Pero no va a evitar ninguna fatalidad. Aumentar, por ejemplo, el precio portada de la prensa de papel en plena contracción de la demanda va contra un principio básico del marketing más elemental. Falsear la difusión neta mediante promociones recurrentes para tratar de engañar al anunciante con unas cifras infladas de tirada, tiene muy corto recorrido. No interiorizar que en la sociedad del conocimiento, el periodismo no puede ser sólo información sin más valor, provoca que los lectores renovados abandonen su fidelidad. Los lectores cautivos apenas existen ya para todo ese tipo de ofertas y tretas.

Son concretamente ésas las prácticas gerenciales y redaccionales las que han llevado a casi toda la prensa a la bancarrota por colocarse sin ética y sin respeto a la inteligencia colectiva, fuera de tiempo y de contexto sociológico. Hasta la llamada prensa gratuita de papel está pensada, infinitamente más para los eventuales anunciantes que para unos ciudadanos que no son habituales lectores de prensa de pago, cuya única misión aquí es formar masa. Por eso, cifrar todas las esperanzas en La Moncloa, para prolongar una inexorable agonía, me parece ingenuo como mínimo, aparte del componente de picaresca y tongo que conlleva. Es como ponerse en manos de un solo anunciante. Vamos, la degeneración terminal de la misión de la prensa en un democracia española, que debiera ser más avanzada que tropical.

http://blogs.periodistadigital.com/24por7.php/2009/03/09/francisco-poveda-entrevista-medios-9999

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