Al informar a la prensa de sus conversaciones, los mandatarios negaron que hubiera contradicción en reclamar el fin del proteccionismo de las naciones industrializadas y admitir que Argentina y Brasil aplican restricciones al intercambio bilateral.
Argentina impuso 'licencias no automáticas' para 1.200 productos importados, lo que representó para Brasil una barrera a sus exportaciones, y elevó la tensión bilateral entre los mayores socios del Mercosur.
Buenos Aires, en tanto, lamentó que Brasilia aplicase exigencias sanitarias para algunos productos agroindustriales y admitiese beneficios fiscales en los Estados (provincias).
Kirchner dijo que las barreras comerciales pueden surgir de un aumento de impuestos o de licencias no automáticas, como hace Argentina, pero también a través de una desvalorización monetaria o de beneficios fiscales, como sucede en Brasil.
La diferencia de escala de producción generó también, en su opinión "un déficit estructural en la balanza comercial de Argentina con Brasil".
Con todo, la presidenta argentina se expresó optimista en "encontrar instrumentos, ideas y políticas" para resolver los problemas comerciales con Brasil.
Argentina tuvo en 2008 un déficit comercial con Brasil de 4.344 millones de dólares, pero en diciembre pasado el saldo negativo fue de sólo 64 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2004, ante la fuerte caída de la demanda por la crisis.
El proteccionismo, según Lula, "es casi una religión, todo el mundo quiere defender sus empresas, sus empleos, su economía".
"Lo que debemos hacer es discutir precios justos para que un país no dañe al otro. Lo primero es tener una enorme proteción contra el 'dumping' (precios depredatorios)", indicó.
"Tenemos que discutir más comercio. La lógica es hacer exactamente lo que hicimos hoy aquí, los empresarios argentinos y brasileños negociaron y buscaron caminos para comerciar más", añadió Lula en referencia a los empresarios presentes en un seminario que compartió con su invitada.
"Si equilibramos los precios, si establecemos cuotas (justas), haremos volver el comercio rápidamente a la normalidad", concluyó el presidente brasileño.
El encuentro presidencial se cumplió después de que los dos países acordaron disminuir sus roces y mantener su alianza estratégica dentro del Mercosur, durante una reunión diplomática en Buenos Aires la semana pasada.
Tras una reunión bilateral de más de una hora el viernes, Kirchner y Lula cerraron un seminario con cientos de empresarios brasileños y argentinos celebrado en la sede de la poderosa Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp).
Los presidentes también discutieron las posiciones a llevar al G20, el grupo de países desarrollados y emergentes que se reunirá el 1 y el 2 de abril en Londres.
"Si llegamos al G20 con una propuesta que pueda interesar a Argentina, a Brasil, a México, a India, a Francia y a otros países importantes del grupo, ya sería un avance extraordinario", dijo Lula.
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