La producción cayó 9,4% respecto a enero y los efectos más duros fueron sentidos entre los fabricantes de vehículos y maquinaria en general. La cifra era esperada por el mercado y muestra cierto alivio ante el desplome récord de 10,2% en enero.
Japón, que ha dependido de las ventas internacionales de automóviles y aparatos electrónicos para impulsar el crecimiento económico, se encuentra sumido en su recesión más honda desde que terminó la Segunda Guerra Mundial debido al abatimiento del gasto de personas y empresas en el mundo.
El Fondo Monetario Internacional predijo una contracción de 5,8% en la economía japonesa para este año calendario, aunque numerosos economistas prevén un horizonte más malo.
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