miércoles, 18 de marzo de 2009

La Eurocámara y los 27 no logran acercar posturas en las negociaciones sobre la directiva de las 65 horas

BRUSELAS.- Los representantes de la Eurocámara y de los gobiernos no lograron acercar posturas anoche en las negociaciones sobre la directiva de tiempo de trabajo. El principal punto de desacuerdo sigue siendo si se mantienen las excepciones ('opt-out') a la jornada laboral de 48 horas semanales, ampliándola de hecho hasta 65 horas, como piden los Veintisiete, o si se suprime el 'opt-out' después de un periodo de transición, como exige el Parlamento.

"Si se logran progresos en el tema del 'opt-out', el resto de cuestiones se podrían resolver", afirmó la jefa del equipo negociador de la Eurocámara, la socialista alemana Mechtild Rothe.

Explicó que los parlamentarios están dispuestos a negociar los plazos para que desaparezca el 'opt-out' e incluso posibles excepciones, pero exigirán que la directiva marque que la jornada laboral máxima sea de 48 horas semanales en todos los Estados miembros.

Esta es también la postura de España pero Reino Unido y la mayoría de Gobiernos exigen que se mantenga el 'opt-out'.

Hasta ahora, todas las propuestas de compromiso que han presentado los Gobiernos "no son satisfactorias" porque se limitan a proponer un aumento de las inspecciones o a dar más posibilidades a los trabajadores para quejarse si se les impone el aumento de jornada, pero no prevén la desaparición de las excepciones, señaló Rothe.

Tampoco se ha llegado a un acuerdo sobre el tratamiento que hay que dar a las guardias médicas. Mientras que el Parlamento exige que se consideren como tiempo de trabajo, los 27 no aceptan todavía esta formulación y piden que se haga una distinción entre la parte de las guardias activa y la inactiva (por ejemplo, cuando un médico duerme en un hospital).

Otro punto de discrepancia es si la jornada laboral máxima debe computarse por contrato o por trabajador, por ejemplo en el caso de que una persona tenga varios trabajos.

"Estamos dispuestos ha hacer concesiones, pero esperamos que el Consejo se mueva también, y lo que hemos visto hasta ahora no muestra disposición a moverse", resaltó la eurodiputada.

Dijo que, entre cero y diez, las posibilidades de un acuerdo son "cinco" pero admitió en que existe un "claro riesgo" de que las negociaciones entre Parlamento y Consejo concluyan sin éxito.

Y criticó a la Comisión Europea por no asumir una posición más clara en las negociaciones.

La próxima sesión de diálogo entre la Eurocámara y los Veintisiete está programada

para el 1 de abril. Y la última se celebrará el día 15. Si en ese momento no se logra un acuerdo, la directiva de las 65 horas decaerá y seguirá vigente la norma actual, que ya permite trabajar hasta 78 horas semanales, según los cálculos del Consejo.

Rothe admitió que si no hay una nueva directiva "las cosas empeorarán porque la excepción (a las 48 horas) se convertirá en regla". Por ello, afirmó que la Eurocámara tratará hasta el último momento de cerrar un acuerdo.

No obstante, destacó que, si la nueva norma no supone una clara mejora respecto a la legislación vigente, no vale la pena lograr un "acuerdo a cualquier precio".

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