martes, 3 de marzo de 2009

La realidad se impone a las gestiones económicas de Obama

WASHINGTON.- El presidente Barack Obama envió el martes a sus asesores máximos al Congreso para que defienda su proyecto de ley de presupuesto, mientras sus esfuerzos para revertir la crisis económica no han tenido efecto y son desmentidos otra vez con las malas noticias.

Obama y su equipo anunciaron su plan de presupuesto la semana pasada, pero el martes proporcionarán a los legisladores su primera oportunidad de pedir detalles públicamente al poder ejecutivo.

El secretario del Tesoro, Tim Geithner, respondía a las preguntas difíciles de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes sobre los aumentos fiscales que Obama quiere aplicar a aquellas personas que ganen más de 200.000 dólares anuales.

También es probable que la comisión de la cámara baja lo interrogue sobre lo dicho por Obama la semana pasada de verse obligado a pedir nuevamente al Congreso este año otros 750.000 millones de dólares de ayuda para los bancos.

Los funcionarios gubernamentales dijeron que la crisis económica estadounidense requiere medidas atrevidas para enderezarla y aumentar los gastos sociales como los de la salud al mismo tiempo que otorga exenciones fiscales a ciertos grupos de la sociedad.

Por otra parte, el director del Presupuesto de la Casa Blanca Peter Orszag compareció ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes para explicar las prioridades de gasto federal de Obama en el borrador de presupuesto de su gobierno, de 3,5 billones de dólares para el año fiscal del 2010, que empieza el 1 de octubre.

Indicó que Obama heredó un gran déficit y una crisis económica, aunque ello no debería bloquear el aumento del gasto público -con cargo al déficit- en la enseñanza y la reforma del sistema de salud.

"Hemos vivido una era de irresponsabilidad", dijo Orszag a los legisladores. "De cara al futuro, debemos cambiar el rumbo".

Orszag defendió además el plan de Obama de elevar los impuestos a las parejas que ganen 250.000 o más, o individuos que ganen 200.000 dólares, por considerar que la política fiscal de su predecesor, George W. Bush, favoreció en demasía a los ricos.

Legisladores de ambos partidos criticaron el plan de Obama de reducir las exenciones fiscales de los intereses hipotecarios de las personas con cuantiosos ingresos y sus donaciones de caridad.

Igualmente recibió críticas su propuesta de cobrar un nuevo impuesto a las industrias generadoras de los gases causantes del calentamiento global, que pasarán alícuotamente a sus clientes y que encarecerá todo producto que sea transportado en Estados Unidos, prácticamente la totalidad de bienes de consumo y de producción.

El proyecto presupuestario de Obama fue criticado por un legislador republicano, que lo consideró la mayor expansión del gobierno desde el New Deal (pacto social) del presidente Franklin D. Roosevelt.

Paul Ryan dijo a Orszag que los alardes de la Casa Blanca de que su plan reducirá el déficit son en su mayoría falsos ya que el déficit se contraerá de todas formas a medida que disminuyen las operaciones bélicas en Irak.

Los inversionistas están preocupados otra vez por la estabilidad del sistema financiero, luego que la aseguradora estadounidense American International Group (AIG) reportó una pérdida colosal de 62.000 millones de dólares en el cuarto trimestre, la mayor en la historia corporativa de Estados Unidos, y aceptó una nueva ayuda de rescate por parte del gobierno, la cuarta en menos de un año.

El promedio Industrial Dow Jones cerró el lunes con un desplome del 4,24% en 6.763,29 unidades. La última vez que cerró por debajo de los 7.000 puntos fue el 1 de mayo de 1997, y no había concluido en este nivel desde el 25 de abril de aquel año.

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