domingo, 1 de marzo de 2009

La UE afronta una prueba de credibilidad en medio de la crisis

BRUSELAS.- Los líderes de la UE buscarán mostrarle hoy domingo a los votantes y a los mercados mundiales que pueden superar las diferencias que dificultan la acción sobre una crisis financiera que ha puesto al euro bajo una tensión sin precedentes y generado descontento social.

El encuentro de tres horas en Bruselas pretende despejar la pesada atmósfera entre las 27 naciones que integran el bloque, aunque alguna nueva iniciativa de peso sólo podría verse más adelante.

Los valores estructurales de la UE -como el compromiso con el mercado abierto y la solidaridad con los miembros más pobres- corren el riesgo de perderse por la presión sobre los Gobiernos para que protejan sus propias industrias.

"Un sistema de subsidios y de préstamos ilegítimos no dará la fruta deseada, sino las uvas de la ira", escribió el primer ministro checo, Mirek Topolanek, cuyo país detenta actualmente la presidencia rotativa de la UE, en el Financial Times.

Afirmó que la ayuda estatal a las empresas nacionales hacía que los competidores extranjeros o las firmas más pequeñas "se desangren" y causen un daño permanente al mercado interno de la UE.

"Será importante construir confianza entre los ciudadanos y la comunidad empresarial de que medidas serias y bien coordinadas están siendo adoptadas", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en una carta a los líderes de la UE.

Tomando el ejemplo del presidente estadounidense Barack Obama, apuntalando el presupuesto con más gasto para detener la crisis, líderes como el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, advierten de que Europa debe estar lista para apoyar a firmas en problemas.

"Si Estados Unidos defiende a su industria, como lo hace, tienen razón. Quizás en Europa podamos hacer lo mismo", dijo esta semana. Pero su tono generó temores de proteccionismo -por ejemplo cuando sugirió que los fabricantes franceses de automóviles deberían mudar a Francia las plantas que tienen en República Checa.

La canciller alemana, Angela Merkel, insistió el jueves que las naciones de la zona euro deben mantener la solidaridad -la señal más firme hasta ahora de que Alemania podría ayudar a los miembros más débiles- pero recalcó que la disciplina en el presupuesto no debería escaparse.

"Hemos mostrado solidaridad y las cosas seguirán así, pero esto debe ser en base a los compromisos que forman los cimientos de nuestra moneda común", dijo en Berlín. Aún así, Alemania y otros rechazan la idea de un bono de la zona euro para recaudar fondos para los miembros perjudicados por la crisis.

Austria y Hungría impulsan un plan para las economías europeas emergentes, pero la mayoría de los bancos que tienen sede en Europa Occidental ha encontrado resistencia de los mismos estados del Este.

"Debemos evitar que se cree la impresión de que el Centro y el Este de Europa es un gran agujero negro (...) Debemos ser capaces de diferenciar", dijo el viceprimer ministro de la República Checa, Alexander Vondra, a la prensa en Praga esta semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario