lunes, 2 de marzo de 2009

Las turbulencias en el sector bancario alcanzan al británico HSBC

LONDRES.- Las turbulencias que azotan el sector bancario alcanzaron al británico HSBC, que registró este lunes una dramática caída de sus ganancias mientras crece la polémica por las primas a los banqueros tras amenazas del gobierno de cambiar la ley para impedir que cobren bonificaciones.

HSBC, el mayor banco europeo en términos de capitalización, anunció que recurrirá al mercado para ampliar su capital en 12.500 millones de libras (unos 14.200 millones de euros, 18.000 millones de dólares), una medida que será acompañada de un fuerte recorte en su plantilla.

Este incremento de capital -el mayor jamás realizado en Gran Bretaña- se volvió necesario después de que HSBC sufriera una caída del 70% de su beneficio neto en 2008, a 5.728 millones de dólares, indicó el gigante bancario británico en un comunicado.

El anuncio de HSBC provocó una caída de sus acciones en la bolsa, que perdieron un 20% al cierre de la sesión, pese a que el grupo aseguró en un comunicado que "hoy está bien capitalizado, es líquido y rentable".

El banco -uno de los pocos que no había tenido que ser rescatado por el Gobierno británico, para evitar su colapso- anunció también el cierre de la mayoría de sus filiales de crédito al consumo HFC y Beneficial en Estados Unidos, lo que representará la supresión de 6.100 empleos.

El gigante bancario anunció una reducción del 28,9% de su dividendo en dólares para el año 2008, a 64 centavos, lo que representa una caída del 15% en libras esterlinas.

HSBC, cuyo presidente Stephen Green reconoció "errores" cometidos por la entidad que dirige, precisó que sus gastos por depreciación de créditos y créditos de riesgo se elevaron a 24.937 millones de dólares en 2008, al alza de 7.695 millones de dólares respecto a 2007.

Además, la ampliación de capital se realizará a un descuento del 48% del título respecto al precio del cierre del viernes, agregó la entidad financiera.

Para tratar de evitar reproches como los que han llovido sobre otras instituciones bancarias, HSBC se apresuró a anunciar que sus responsables no recibirán las jugosas bonificaciones que han recaudado hasta ahora anualmente. Tres de sus principales directivos han renunciado a sus primas: Mike Geoghegan, director ejecutivo; Stuart Gulliver, responsable de banca global y Douglas Flint, director financiero, indicó HSBC.

Mientras, la ira que crece en este país por las millonarias primas a ex directivos bancarios -a los que muchos consideran son los culpables de la ruina de esas entidades- llevó al gobierno de Gordon Brown a amenazar con cambiar la ley. En la mira del gobierno está sobre todo el ex responsable del colapsado Royal Bank of Scotland (RBS), Fred Goodwin, que ha recibido una millonaria pensión vitalicia.

La responsable adjunta del gobernante Partido Laborista británico, Harriet Harman, advirtió a Goodwin, de 50 años, de que "no cuente" con quedarse con esa pensión de 650.000 libras anuales (unos 725.833 euros), que fue revelada el mismo día que RBS anunció las mayores pérdidas en la historia empresarial británica (34.000 millones de dólares, 27.000 millones de euros). "Fred Goodwin no debería contar con tener 650.000 libras al año porque esto no pasará", amenazó Harman.

Esa prima por haber arruinado el banco es "inaceptable" para "el tribunal de la opinión pública", por lo que el Gobierno podría cambiar la ley, advirtió la número dos de los laboristas, que reclamó a Goodwin que devuelva parte del dinero de la pensión, a lo que éste se ha negado.

Para dar una medida de las gigantescas diferencias en el sistema de pensiones en Gran Bretaña, la prensa informó este fin de semana de que la pensión anual que recibirá el jefe del Gobierno británico cuando se jubile será de 87.000 libras (unos 93.000 euros), y que la pensión estatal en este país es de 3.500 libras anuales (unos 3.900 euros).

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