martes, 31 de marzo de 2009

Los economistas españoles no descartan más intervenciones bancarias

MADRID.- El decano del Colegio de Economistas de Madrid, Juan Iranzo, y el director de la revista del organismo, Emilio Ontiveros, no descartaron hoy la posibilidad de que se den nuevas intervenciones en el sistema financiero español en el futuro, aunque apostaron por otros mecanismos, como las fusiones o las ampliaciones de capital.

En una rueda de prensa para presentar la revista 'Economistas' correspondiente al año 2008, Iranzo recordó que el sistema financiero español sigue siendo "enormemente eficiente" y que está bien regulado, a pesar de la "inevitable" intervención de Caja Castilla-La Mancha.

Además, recordó que, ante eventuales problemas en las entidades financieras, hay otras soluciones, como las fusiones o las ampliaciones de capital emitiendo participaciones preferentes con avales del Estado que, según Iranzo, permitirían recapitalizar las entidades sin la intervención pública.

"Sería importante evitar las intervenciones, pero ahora no se puede descartar ninguna posibilidad", señaló Iranzo, quien subrayó que hay que recurrir a la intervención pública para evitar riesgos sistémicos, pero no de forma indiscriminada. "Hay que intervenir cuando la situación es límite", explicó.

En esta misma línea, Ontiveros, que rechazó la idea de privatizar las cajas en un momento como el actual, reconoció que se pueden dar casos similares al de Caja Castilla-La Mancha más adelante, pero recordó que el abanico de alternativas para hacer frente a los problemas de las entidades es amplio, por lo que apostó por desarrollar soluciones "absolutamente autónomas".

Según Ontiveros, la intervención del Ejecutivo en Caja Castilla-La Mancha ha supuesto un punto de inflexión en la suerte del sistema financiero español ante la crisis, ya que España era ya casi el único país de la OCDE en el que no se habían inyectado recursos propios en el sistema financiero.

A su juicio, sería "irreal" pensar que España podía mantenerse al margen del contagio, ya que, además, se trata de un país muy bancalizado, por lo que aventuró nuevas dificultades en otras entidades si se prolonga la recesión.

Preguntado por la posibilidad de crear un 'bad bank' para absorber activos de algunas entidades, Ontiveros reconoció que esto puede ser algo necesario en el futuro, tal y como ha ocurrido en otros países. "No me suena mal", indicó, tras recordar que ya se ha hecho en Suecia y se ha propuesto en otros países como EE.UU.

En cuanto a la salida de la crisis, Iranzo aseguró que en España será más complicado que en otros países, y consideró que la única oportunidad del país es tratar de recuperar la competitividad y acometer diversas medidas fiscales.

Ontiveros, por su parte, afirmó que "lo más razonable" es que la recesión continúe en España en 2010, aunque con menos intensidad, y calificó de "sorprendente" el hecho de que aún no se pueda anticipar el final del ajuste internacional.

Además, admitió que aún hay un punto de desconfianza en la comunidad bancaria, cierta erosión en la calidad de los activos y cierta resistencia al "excepcional" repliegue de respuestas contra la crisis.

Aún así, confió en que la reunión del G-20 que se celebrará esta semana en Londres sirva para internacionalizar una respuesta de los diferentes países, ya que, a su parecer, ningún país saldrá de la crisis de forma aislada. "A problemas globales, respuestas globales", argumentó.

De hecho, el consejero del Banco Central Europeo y gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha dicho que España debe adoptar reformas estructurales urgentemente, incluyendo unas negociaciones colectivas más flexibles, para frenar las crecientes tasas de paro.

El paro en España, en torno al 15 por ciento, podría alcanzar unos niveles muy preocupantes sin unas medidas adicionales y la economía no volverá a sus anteriores tasas de crecimiento sin unas importantes reformas, expresó el gobernador del Banco de España en un discurso.

España debe diseñar una estrategia para volver al equilibrio fiscal, agregó.

"La situación presupuestaria se está deteriorando notablemente bajo la presión del aumento de las prestaciones sociales y los efectos contractivos sobre los ingresos...si no se detiene, pesará de manera negativa sobre nuestra capacidad para remontar la crisis."

Fernández Ordóñez dijo además que podría ser necesario reestructurar algunos pequeños y medianos bancos si persiste la crisis.

De esa manera, el número de bancos españoles podría verse reducido.

"Es evidente -- como demuestra el caso de CCM -- que si la crisis internacional se prolonga, seguramente podría ser necesario reestructurar algunas entidades de pequeño y mediano tamaño", dijo. "Y dada la magnitud e intensidad de la presente crisis financiera mundial deberíamos prepararnos para emplear más recursos públicos que en ocasiones anteriores."

"El objetivo último de la reestructuración del sistema financiero español debería ser mejorar la solvencia de las entidades resultantes, cuyo número se reducirá muy probablemente como consecuencia del descenso del volumen de negocio en los próximos años."

El sistema económico español no afronta riesgos sistémicos, pero no es inmune a la crisis financiera global, señaló el consejero.

España seguirá buscando soluciones privadas para los bancos a pesar de fracasar el intento de fusión entre Caja Castilla la Mancha y Unicaja.

Es necesario reforzar los planes de contingencia para las intervenciones en los bancos, expresó, y opinó que el Banco de España no debería necesitar la aprobación del gobierno cada vez que necesite intervenir.

No obstante, España debe usar todas las medidas posibles antes de inyectar dinero público, destacó Fernández Ordóñez.

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