lunes, 16 de marzo de 2009

Los empresarios reclaman "dinero de verdad" a Berlusconi ante la crisis

ROMA.- La exasperación se ha adueñado de los empresarios italianos por el optimismo mostrado por el jefe de gobierno, Silvio Berlusconi, sobre el impacto de la crisis económica, y el martes tienen previsto exigirle durante una reunión "dinero de verdad" y "rápido".

"Ha llegado el momento de que dé una respuesta, señor presidente (del Consejo Italiano). Ahora, se necesita dinero de verdad", y que llegue "rápido", espetó este fin de semana la presidenta de la patronal italiana Confindustria, Emma Marcegaglia.

La crisis "es una verdadera urgencia, no una broma de los medios. Llegó el momento de utilizar un lenguaje sincero: corremos el riesgo de perder los campeones del 'made in Italy'. Callarse sería traicionar al país", subrayó Marcegaglia, que apoyó a Berlusconi en las últimas elecciones de abril de 2008.

La airada intervención de Marcegaglia responde a unas recientes declaraciones de despreocupación de Berlusconi, en las que estimó que los medios exageraban calificando la crisis de "trágica".

El jefe de gobierno se felicitó una vez más de su política, asegurando que "nadie ha hecho tanto (como Roma) frente a la crisis".

Pero, al tomar conciencia del descontento de la patronal, 'Il Cavaliere' anunció que recibiría el martes a Marceglagia, defendiendo que el gobierno había "dado dinero de verdad para apoyar a sectores industriales enteros".

"Hemos sido prudentes pero hemos tomado medidas con el fin de que nadie se quede solo frente a la pérdida de su empleo", declaró el líder de la derecha italiana.

Desde el inicio de la crisis económica, el gobierno ha aprobado ayudas a las familias modestas, exoneraciones de impuestos para las empresas, un plan de grandes obras de 18.000 millones de euros y un incremento de financiación del desempleo.

Cuenta además con inyectar fondos públicos en los bancos para relanzar el crédito y en la próxima adopción de medidas para estimular el sector de renovaciones de viviendas.

Pero patronal, sindicatos y la oposición de izquierda han denunciado como insuficientes estas herramientas, subrayando que la mayoría de ellas ya estaban previstas antes de que estallara la crisis.

Los empresarios reclaman nuevas iniciativas en favor de las Pequeñas y Medianas Empresas (PME), corazón de la economía italiana, como la creación de un fondo de garantías, exoneraciones impositivas suplementarias y la realización de obras más pequeñas con efectos más inmediatos sobre la actividad.

"Hay que intervenir inmediatamente, mañana por la mañana (martes, día de la reunión), puesto que nunca antes se ha visto una situación así. Esta vez, las excelentes empresas que representan lo mejor de las PME corren el riesgo de cerrar", se inquietó este lunes el presidente de Tod's (calzado), Diego Della Valle.

"La crisis actual es mucho más terrible que la nacida de la globalización de los mercados. Hoy no sabemos cómo reaccionar ante una crisis que nos supera", constató en una entrevista reciente con la AFP el presidente de la patronal de Prato (Toscana), corazón del téxtil italiano, Riccardo Marini.

Italia, que entró en recesión en el tercer trimestre, registró una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 1% en el conjunto de 2009, por primera vez en más de 30 años.

La crisis se ha cebado principalmente con la industria, que recurrió masivamente a los despidos y al desempleo técnico: unas 370.500 personas perdieron su empleo en enero y febrero, es decir, un alza del 46,1% en un año.

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