viernes, 27 de marzo de 2009

Rato cree que las medidas contra la crisis en todo el Mundo "no serán gratis"

VALLADOLID.- El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, advirtió hoy de que las medidas que están adoptando los distintos gobiernos para aliviar las consecuencias de la crisis "no serán gratis", por lo que a su juicio deben ser "eficaces y rápidas".

Así lo afirmó hoy durante una conferencia que impartió en el Salón de Actos de Caja España de Valladolid bajo el título 'La economía mundial: cambio de modelo', en la que además defendió que la situación que atraviesan los distintos de países "no es una crisis sino una transformación de la globalización".

Asimismo, Rato alertó de que 17 de los 20 estados incluidos en el G-20 han comenzado a aplicar medidas proteccionistas en sus economías, una "mala dirección" que deberán ser revisadas, al igual que las bases del actual sistema financiero, para avanzar hacia un nuevo marco mundial "con otras reglas pero que no tienen por qué ser peores que las actuales".

A lo largo de más de una hora, Rodrigo Rato repasó las causas que han llevado a las economías mundiales al actual estado de recesión, desde que en la primavera de 2007 las denominadas "hipotecas basura" dieran "las primeras sorpresas" y hasta que en septiembre de 2008 "todo cambió a peor" a partir de la quiebra de Lehman Brothers que derivó en una caída de la confianza y un riesgo sistémico desconocido hasta el momento.

Según su análisis, esa fase inicial dio paso a otra en la que la desconfianza en los sistemas financieros alcanzó tales dimensiones que se trasladó a la economía real, aproximadamente en el otoño de 2008 y ha generado la fase en la que se comienza a observar un traslado de las consecuencias de la crisis hacia los países emergentes y el recorte de su financiación.

Rato afirmó que aunque el nivel de riesgo que asumen actualmente los sistemas financieros ya se ha controlado, la volatilidad, o a su juicio "el indicador que mejor señala si permanece la crisis o ya se mitiga", aún no se ha restablecido en sus niveles normales, sólo a la mitad aproximadamente de sus niveles más altos en otoño del pasado año.

Los factores que mayor desconfianza generan son, en su opinión, el sistema financiero mundial, la eficacia de las respuestas adoptadas por los gobiernos, la volatilidad del valor de las monedas y el futuro económico al que conduce esta situación, por lo que subrayó la importancia de la labor de instituciones como el G-20, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

"Estamos ante la tormenta perfecta, inmersos en un mundo globalizado con un sistema financiero global que había conseguido abaratar el riesgo pero que nos había llevado a meternos en un nivel de endeudamiento muy alto cuya salida nos ha introducido en la actual crisis", explicó.

Sus previsiones apuntan a que este año caerá en torno a un 9 por ciento el comercio mundial debido al contagio de la situación a las economías emergentes, la disminución del propio comercio en los países industriales, la globalización en los sistemas de producción y la adopción de los primeros pasos hacia la "dirección equivocada" del proteccionismo.

Con semejante situación, Rato abogó por enmendar algunos de los más graves "errores y abusos" que se realizaron en los sistemas financieros de los países industriales, en cuanto a la regulación o a la existencia de un sistema financiero paralelo fuera de balance.

Rato explicó que estos sistemas acostumbran a ser "procíclicos", aclaró "que prestan dinero cuando no lo necesitas", aunque en este contexto esta característica ha llegado a ser peligrosa "precisamente por la globalización del sistema económico mundial".

En este sentido afirmó que España es un buen ejemplo en la adopción de medidas para contrarrestar este fenómeno puesto que en el año 1999 se impuso una "reserva anticíclica" para evitar la expansión de créditos. "La verdad es que no se llegó a moderar completamente pero sí ha permitido que ahora exista una reserva muy beneficiosa para afrontar la situación", reconoció.

Así, planteó como uno de los principales retos evitar ese fenómeno, así como fijar nuevos modelos de autorregulación de las entidades financieras, que hasta ahora han cometido errores en su afán de "competir por los mayores beneficios", y disminuir unos incentivos "demasiado altos" que han resultado "extraordinariamente arriesgados".

"Ahora nos encontramos en un momento en el que varios de los principios sobre los que se asentaba el sistema financiero mundial deben ser revisados y en el que hay que ajustar un desequilibrio entre el ahorro y la inversión que era insostenible", aseguró.

No obstante advirtió de la necesidad de trabajar en la correcta dirección puesto que los antecedentes de este tipo de situaciones indican que las medidas puestas en marcha para salir de crisis anteriores "pusieron la semilla de las siguientes" y cada vez con mayores dimensiones, como ocurrió con la crisis asiática, la del "punto.com" y la actual.

En cuanto a los movimientos efectuados por los distintos gobiernos para aliviar el contexto económico, Rato advirtió de que ni las políticas de reforma financiera y salvamiento de bancos ni las "acertadas" políticas presupuestarias "saldrán gratis".

De hecho, el endeudamiento que han previsto asumir países como Estados Unidos o España supondrán a largo plazo "un gran sacrificio" que habrá que consensuar en la propia sociedad, que a su vez continuará demandando servicios públicos de sanidad, educación, transporte o seguridad. Del mismo modo reclamó prudencia a la hora de modificar políticas monetarias para evitar que puedan ser origen de futuras inflaciones y pérdidas de valor de las monedas.

Como estrategias de salida de la crisis, Rato consideró "imprescindible" salvar el sistema financiero que "no funcionará sin una política de rescate de crédito", aunque conllevará reservas morales. Por ello, afirmó, deben utilizarse los recursos para cambiar el funcionamiento que hasta ahora tenía el sistema y no para mantener situaciones insostenibles de cara al futuro.

También apostó por el mantenimiento de la demanda a través del gasto público aunque estudiando los gastos que realmente son útiles y partiendo de la base de que esta medida resulta muy costosa para la sociedad. "Quien tenga capacidad de endeudarse que lo haga bien y rápido porque la deuda no se puede sostener eternamente", propuso.

Finalmente, como retos para la próxima reunión del G-20 el 1 de abril, Rato reiteró su advertencia de que el proteccionismo no es el "buen camino" y abogó por ayudar a los países en desarrollo "inmersos en una crisis que no han generado y en la que no pueden reaccionar con medidas tan determinantes como los países desarrollados".

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