Las prácticas de préstamos imprudentes en estados tales como la Florida, California y Nevada, que fueron el epicentro de la crisis en el mercado de la vivienda, también afectan ahora a otros estados como Luisiana, Nueva York, Georgia y Texas, donde las economías se están deteriorando con rapidez, y cientos de miles de personas están perdiendo sus empleos.
De unos 5,5 millones de propietarios de viviendas con algún tipo de hipoteca, casi un 12%, estaban al menos con un mes de retraso en el pago de sus hipotecas, o con sus viviendas a punto de ser ejecutadas, dijo la asociación bancaria. A fines del tercer trimestre de 2008, el porcentaje era de un 10%, y a fines de 2007, de un 8%.
Los préstamos de alto riesgo se otorgan a personas que no reúnen los requisitos necesarios para optar a un financiamiento con tasa preferencial. Las tasas de interés son muy altas, por los riesgos en que incurren los prestamistas.
Pero, según la asociación, también los préstamos con tasa preferencial están siendo aumentados de manera drástica, y por eso más propietarios empiezan a confrontar problemas.
"Estamos observando incrementos en las categorías de tasas fijas. Es de ese sector que están comenzando a venir los problemas", dijo Jay Brinkmann, jefe de economistas de la asociación bancaria.
Esa tendencia subraya uno de los principales desafíos que enfrentará el gobierno de Barack Obama en relación a su plan para ayudar a los propietarios a pagar sus hipotecas.
En tanto el plan por 75.000 millones de dólares podría ayudar a cambiar los términos de los préstamos o de refinanciación para unos nueve millones de dueños de casas, los deudores sin empleo tendrán dificultades para conseguir un alivio a su situación.
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