La decisión del gobierno de ajustar el valor de algunos alimentos de consumo masivo, que están sujetos a control de precios desde hace seis años, se da en medio un proceso de aceleración de la inflación que ha llevado a Venezuela a tener la tasa más alta de la región.
El ministro de Agricultura, Elías Jaua, dijo a la estatal Venezolana de Televisión que a partir del primero de mayo entrarán en vigencia las reducciones de precios de la leche en polvo, el pan de sandwich y las pastas.
Como parte de los ajustes el valor del kilogramo de leche en polvo de lata pasó de 17,30 bolívares fuertes (unos 8 dólares) a 15 bolívares fuertes (6,9 dólares); el kilo de pan blanco de sandwich se bajó de 6,37 bolívares fuertes (2,9 dólares) a 5,60 bolívares fuertes (2,6 dólares); y el kilo de pasta se redujo de 3,39 bolívares fuertes (1,57 dólares) a 3,26 bolívares fuertes (1,51 dólares).
Existen otras presentaciones de leche en polvo en sobre y de menor peso, que generalmente son adquiridas por los sectores más pobres del país, que sufrieron reducciones del orden del 18,7%, según señala la resolución que fue publicada el lunes en la Gaceta Oficial.
Jaua indicó que los precios del maíz y el arroz fueron elevados entre 12,3% y 29%, y que la medida que comenzará a aplicarse desde el 15 de agosto.
El kilo de arroz procesado tipo A fue incrementado de 0,72 bolívares fuertes (33 centavos de dólar) a 0,93 bolívares fuertes (43 centavos de dólar); el kilo de maíz blanco pasó de 0,73 bolívares fuertes (33 centavos de dólar) a 0,82 bolívares fuertes (38 centavos de dólar); y el kilo de maíz amarillo se elevó de 0,73 bolívares fuertes (33 centavos de dólar) a 0,80 bolívares fuertes (37 centavos de dólar).
El último ajuste de precios de algunos alimentos lo realizó el gobierno en agosto del año pasado cuando elevó entre 20% y 50% el valor de pan, la carne, el cerdo, la pasta, el aceite de maíz, la mayonesa, la salsa de tomate, y la margarina, para hacer frente a un problema de escasez de esos productos.
El ministro de Agricultura sostuvo que el régimen control de precios no se debe entender como una "congelación" sino como una "evaluación permanente que nos permite reducir precios cuando hay una reducción de la materia prima, o adecuarlos cuando hay una variación de los costos que coloque a los precios por debajo de la viabilidad económica de la producción".
Jaua expresó que los ajuste de precios están destinados "a seguir incrementando la producción nacional de alimentos, (y) apoyar a nuestros productores".
En los últimos doce meses los precios en la región metropolitana han crecido 28,5%, afectados especialmente por el renglón de los alimentos que tienen una tasa anualizada de 38,9%.
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