"No hay ninguna contradicción" entre el compromiso de integración sostenido entre los dos países y la aplicación de medidas proteccionistas, aseguró el gobernante brasileño en rueda de prensa.
"Todos los países del mundo ante la crisis económica quieren proteger a sus trabajadores... Es normal que todos los países tengan una cierta prevención", dijo Lula en la casa de gobierno de Buenos Aires tras la reunión con su colega anfitriona.
Fernández sostuvo que "la crisis internacional obliga a todos los países a disponer de medidas, no que tengan que ver con el proteccionismo sino como respuesta concreta para sus trabajadores y empresas. El proteccionismo es algo más amplio que una cuestión aduanera".
La poderosa federación de industriales de Sao Paulo (Fiesp) se quejó en febrero ante el gobierno brasileño por la decisión argentina de exigir licencias no automáticas para la importación de unos 200 productos, especialmente electrodomésticos, calzado y textiles.
Los empresarios brasileños dijeron que Argentina intenta frenar el superávit brasileño en el intercambio bilateral, que en 2008 alcanzó la cifra histórica de 30.863 millones de dólares pero que en los últimos meses ha decaído.
Los gobernantes también acordaron presentar "una nota conjunta ante Gordon Brown para incorporar a la OIT como parte de los debates (del G-20, en donde) hemos escuchado a representantes del FMI, del Banco Mundial, de la ONU", informó Fernández.
"Creemos que es muy importante un organismo como la OIT (participe dentro del G-20), donde están representados los trabajadores y los empresarios" y los gobiernos de las 20 naciones más poderosas y las más ricas entre las pobres, añadió. "Son precisamente los trabajadores los primeros en sufrir la crisis", expuso.
En un posterior almuerzo ofrecido por la Cancillería en su honor, Lula manifestó que "la mayor y la más eficaz oportunidad de que Argentina y Brasil salgan de esta crisis infinitamente más fuertes de que como entraron, es que lo hagamos juntos".
El mandatario brasileño pidió a su vez que "no exista un tema difícil ni tabú, ni que un empresario que piensa que está perdiendo un pedazo del mercado argentino o de Brasil haga retroceder al gobierno argentino y al brasileño de la convicción de que la integración es mejor".
Durante la reunión, los presidentes acordaron darle un nuevo empuje a la integración entre los dos principales socios del Mercosur a través de obras de infraestructura, cooperación en materia energética y aeroespacial, así como promover líneas de financiamiento --en particular de microcréditos-- para la industria a través de bancos públicos de los respectivos países.
"Las cosas que hoy hemos discutido tienden precisamente a profundizar la relación entre Argentina y Brasil a través de líneas de financiamiento, ampliar la posibilidad de deuda entre ambos bancos centrales... Esto reafirma y profundiza un proceso de integración regional, no sólo en lo comercial y lo económico sino también profundamente político", sostuvo la presidenta argentina.
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