"Vine a la cumbre de Londres con el mensaje claro de que la crisis económica se está convirtiendo en una crisis de desarrollo humano y seguridad en muchas partes del mundo y que los países en desarrollo necesitarán al menos un apoyo de un billón de dólares", explicó Ban al término de la cumbre en un comunicado.
Por ello se felicitó por el acuerdo del paquete de un billón de dólares pero advirtió de que "será crítico que la parte que corresponde a los países pobres les sea entregada".
Asimismo, Ban explicó que los dirigentes del G-20 han reiterado su compromiso de aumentar la ayuda para que se puedan alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. "Esto significa que están prometiendo al menos 300.000 millones de dólares en ayuda para los dos próximos años", afirmó, subrayando que "para los países pobres esto será crucial". "El mundo estará mirando", previno.
Por otra parte, destacó que el G-20 "ha pedido a la ONU que supervise el impacto de esta y otras crisis futuras sobre los pobres y vulnerables, para estimular acciones", y se felicitó por el hecho de que los líderes presentes "reconocieran la relación indisociable entre abordar la crisis económica y abordar la seguridad alimentaria y el cambio climático".
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