domingo, 5 de abril de 2009

Canadá comienza el año con una gran caída de la actividad tras el desplome de sus exportaciones

TORONTO.- La novena economía del mundo ha sido una de las últimas en acusar el desplome de la crisis financiera internacional. Desde el cuarto trimestre del año pasado, su estructura productiva y, sobre todo, su comercio internacional han comenzado a resentirse de la mano de sus principales socios, se escribe en 'El País'.

El país creció un 0,5% en 2008, luego de una contracción trimestral del 3,4% entre octubre y diciembre. Y durante los primeros meses del año las cosas no han ido mejor, ya que las previsiones de organismos locales advierten de un desplome histórico del 8,5%, los peores datos desde 1991.

Durante gran parte de 2008, el país había logrado combatir la recesión gracias a sus ordenadas cuentas públicas, una política monetaria proactiva y un sector bancario relativamente sano. No obstante, la agudización de la crisis en EE UU -destino del 75% de los bienes y servicios exportados por Canadá- ha dañado su industria. En el cuarto trimestre, las exportaciones cayeron un 17,5%, por lo que el país registró su primer déficit comercial en 10 años. Esto llevó a que la demanda se redujera y las empresas recortasen sus pedidos.

Y este año las cosas se han agravado con sectores como la vivienda y automóvil, que se han desplomado hasta niveles históricos. Ello se ha sumado a la caída en los precios de las materias primas de exportación, generando un cuadro de pesimismo que, según las previsiones, podría llevar al país a reducir su PIB desde una horquilla del 0,9% al 2,2% en 2008. El último pronóstico del FMI cifra esta caída en el 1,2%. El organismo le ha señalado, sin embargo, como "uno de los países que afrontan con más garantías la crisis".

Las soluciones del Ejecutivo han consistido en aprobar una línea de crédito de 35.000 millones de dólares para ayudar al sistema bancario, equivalente al 3,2% del PIB. Esto a pesar de que mantiene un sector bancario estable, con entidades bien capitalizadas y sin grandes pérdidas. Es por ello que el Gobierno de Ottawa se opone a dar más ayudas públicas para reanimar la economía, como se ha pedido en la reunión del G-20 en Londres. Canadá dice que ya han cumplido con la meta de destinar un 2% del PIB, y por ello se ha alineado con Francia y Alemania.

Estas declaraciones tienen mucho que ver con que el país ha visto reducidos considerablemente sus ingresos fiscales. La recaudación cayó un 9,8% en enero debido a las recientes bajadas del impuesto de sociedades y del impuesto sobre bienes y servicios. En los últimos presupuestos, el Ejecutivo estima que el déficit estará cercano al 2,5% del PIB durante este año y el próximo. No obstante, analistas locales y organismos parlamentarios advierten de que el desequilibrio público superará con seguridad el 3%, hasta alcanzar 28.000 millones de dólares este año y 25.000 millones el próximo.

En cuanto a otros indicadores, durante enero de este año el desempleo llegó hasta el 7,2% de la población activa, mientras que la inflación se ralentizó hasta el 1,9%. Estos indicadores dan alas al Ejecutivo para pensar que a finales de este año se podría comenzar a ver la luz y que se volvería a números positivos durante 2009. En cualquier caso, los analistas coinciden en que esto dependerá mucho de la evolución del comercio mundial y sobre todo del desempeño de EE UU, que, según todos los expertos predicen, será el primero en sortear la crisis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario