viernes, 17 de abril de 2009

Ciudades y pueblos de EEUU se topan con limitaciones

WASHINGTON.- Algunos dirigentes municipales sostienen que el plan de gastos extraordinarios aprobado por la Casa Blanca para apuntalar la economía contiene rígidas limitaciones en el terreno cultural, por ejemplo, las bibliotecas municipales.

El plan aporta fondos para contratar policías, pero no para adecentar o reparar las comisarías. Los bomberos son el caso opuesto. No hay fondos para contratar más efectivos, pero sí se pueden reparar los cuarteles de los bomberos.

¿Fondos para la generación de energía eólica? Sí. ¿Nuevas señales de tráfico? También. ¿Subvenciones para adquirir automóviles de propulsión híbrida? Desde luego.

¿Dinero para las bibliotecas municipales? Definitivamente no. ¿Nuevos ayuntamientos? Tampoco. ¿Piscinas municipales? No. ¿Estadios de atletismo escolar? Ni pensarlo.

Aunque hay dinero para colocar paneles solares generadores de energía eléctrica en los vetustos ayuntamientos, no hay fondos para reparar los edificios.

Al principio, las autoridades municipales creyeron que el dinero federal llegaría en fardos y sin apenas restricciones. Al final, el Congreso optó por repartir el dinero a través de los organismos federales establecidos, con el consiguiente aluvión de normas y limitaciones.

La frustración de algunas autoridades municipales debe ser equilibrada con el objetivo general de poner lo antes posible el mayor número de personas a trabajar, dijo el senador demócrata Edward Kennedy.

"Esperamos y creemos que las oportunidades económicas de esta ayuda superarán con mucho ciertas oportunidades perdidas", agregó Kennedy.

La senadora republicana Olympia Snowe, una de las tres de ese partido que votaron a favor del costoso plan, dijo que fueron necesaria algunas restricciones para garantizar que el dinero va a "proyectos en condiciones de ejecución inmediata" y que creen empleo.

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