En concreto, de los 459 votos emitidos, 398 dieron su apoyo a la candidatura de Díaz Ferrán, 53 estaban en blanco y 8 se declararon nulos.
Díaz Ferrán reafirma así su liderazgo al frente de la CEOE después de que en febrero 2007, tras la marcha de José María Cuevas por razones de salud, ocupara el cargo de presidente gracias a la decisión que tomaron entonces los once vicepresidentes de la patronal española.
Díaz Ferrán volvió a apostar por el diálogo con Gobierno, sindicatos y administraciones públicas, pero advirtió de que no apoyará ningún acuerdo que "ponga en juego" a las empresas ni que vaya en contra de los principios de la patronal.
"Estamos siempre dispuestos al acuerdo, excepto cuando están en juego las empresas (...) No firmaremos ningún acuerdo que consideremos perjudicial para las empresas, la productividad y el empleo. Dicho esto, reiteramos nuestro firme compromiso con el diálogo social", subrayó el dirigente empresarial .
Díaz Ferrán, durante su discurso de proclamación como presidente, puso de nuevo sobre la mesa todas las recetas de la CEOE para combatir la crisis y la destrucción de empleo, y consideró un "error" que alguien "se cierre" a sus propuestas y opte por esperar a ver si escampa para después tomar medidas.
"Nuestras propuestas pueden hacer más llevadera la crisis, pero el tiempo se va acabando. Hacen falta medidas de mucho más calado desde el Ministerio de Economía", indicó el dirigente empresarial, que avisó de que las soluciones a la actual coyuntura económica "no llegarán caídas del cielo", y pidió a Gobierno y oposición que hagan un esfuerzo por el entendimiento.
El presidente de los empresarios españoles insistió en que lo más urgente, en la situación actual, es proporcionar liquidez a las empresas, pues muchas están desapareciendo (16.000 en 2008) por la falta de crédito y el retraso de las administraciones públicas en pagar a las empresas los servicios que les prestan.
"Hay que salvar a las empresas y los puestos de trabajo, y para ello es urgentísimo darles financiación", comentó. La otra medida que consideró como urgente e imprescindible es la de abordar, sin más dilación, una serie de reformas estructurales que, a su juicio, son imprescindibles.
Una de ellas es la del mercado laboral, cuyo objetivo, dijo, debe ser el de frenar la destrucción de empleo. "Esa es la realidad, y no la interesada y caricaturesca imagen de rebaja del despido con que se ha intentado presentar nuestras propuestas", denunció.
En su opinión, un mercado laboral moderno y flexible y la moderación de los salarios son metas que "están ahí" y para las que la CEOE "quiere compañía".
"La moderación salarial es esencial para poder paliar la destrucción de empleo, y no vamos a dar la espalda a nuestras propuestas por afán de popularidad o demagogia", advirtió.
Durante su intervención, el recién reelegido presidente de la CEOE reiteró su defensa de la libre empresa y el libre mercado y, en este sentido, se mostró en contra de los proteccionismos y a favor de que sólo haya unas reglas mínimas, "las justas".
Díaz Ferrán también dibujó lo que quiere que sea la CEOE del futuro, con una dirección y participación más integradora, que dé cabida a todos los sectores, territorios y empresas, que incremente su presencia de mujeres y jóvenes empresarios, que mantenga un constante espíritu de renovación y, por supuesto, una "absoluta lealtad a la Corona".
A la Asamblea Electoral de la CEOE, celebrada en el Ifema, han asistido, entre otros, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el titular de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, así como representantes de CC.OO y UGT.
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