jueves, 2 de abril de 2009

El G-20 adopta un ambicioso plan para reactivar la colapsada economía mundial

LONDRES.- Los líderes del G-20 adoptaron este jueves en Londres un ambicioso plan que inyecta un billón de dólares a la colapsada economía mundial y regula los paraísos fiscales, imponiendo también restricciones a los salarios y bonificaciones de los banqueros.

El G-20 acordó un "conjunto imprecedente" de "medidas atrevidas" contra la recesión, que constituyen un "giro histórico", declaró el presidente estadounidense, Barack Obama, tras el cierre de la cumbre para combatir la recesión, que ha creado millones de desempleados en el mundo.

Según el acuerdo del G-20, el billón de dólares será inyectado a la economía mundial a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones multilaterales, anunció el primer ministro británico, Gordon Brown, anfitrión de la cumbre más importante de las últimas décadas.

De aquí a fines del 2010, el G-20 habrá inyectado, con los planes de estímulo fiscal en curso, un total de cinco billones de dólares para apuntalar la economía, agregó Brown, afirmando que esa suma "no tiene precedentes en la historia".

El G-20 aportará 500.000 millones de dólares de fondos suplementarios al FMI, triplicando su capital, 250.000 millones de dólares para financiar el comercio internacional, y 250.000 millones de dólares para una facilidad de giro del FMI destinada a ayudar a sus países miembros, explicó Brown.

También aprobó 100.000 millones de dólares para los bancos de desarrollo que prestan a los países más pobres.

El acuerdo del G20 prevé asimismo que el FMI venda su oro -evaluado en 6.000 millones de dólares- para ayudar a los países pobres, anunció el primer ministro británico, que aseguró que todas las medidas incluidas en este "histórico" acuerdo permitirán crear millones de empleos en el mundo.

El director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, consideró que los anuncios realizados por la cumbre del G-20 representan "el mayor plan conjunto de reactivación jamás anunciado".

"Un nuevo orden internacional está emergiendo", declaró, optimista, el jefe del Gobierno británico, al resumir los alcances de la reunión de los líderes de las economías industrializadas y las principales potencias emergentes, entre ellas Brasil, México y Argentina.

"El consenso de Washington acabó", se congratuló, en referencia a los principios neoliberales que rigieron la economía mundial en los años 90.

En una tentativa de legitimar al FMI, desprestigiado por esas políticas que según muchos de sus críticos condujeron a la hecatombe actual, el G-20 decidió que de hoy en adelante los directores de esa institución y del Banco Mundial serán designados por sus méritos y ya no por el acuerdo tácito que atribuía la jefatura del primero a un europeo y la del segundo a un estadounidense.

La imposición de sanciones a los paraísos fiscales que rehúsen comunicar información sobre presuntos evasores fiscales, aprobada por el G-20, fue uno de los temas más conflictivos en la cumbre, indicaron fuentes diplomáticas, que aludieron principalmente a la oposición de China, debido a los territorios de Hong Kong y Macao, bajo su jurisdicción.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció al término de la cumbre que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicará en las próximas horas una nueva lista de los países y territorios considerados paraísos fiscales.

Como reclamaba la mayoría de la opinión pública mundial, el G-20 se pronunció en favor de imponer restricciones a las jugosas primas recibidas por los banqueros, que no serán en adelante premiados por tomar riesgos a corto plazo, recalcó Brown.

El comunicado final de la cumbre acordó limitar esas bonificaciones, al día siguiente que las calles de Londres fueron escenario de violentas protestas contra los banqueros, que dejaron más de 80 arrestos y un hombre muerto de causas aún desconocidas.

En dicho texto, el G-20 hizo referencia a los fondos solicitados por México al FMI: "Apoyamos la decisión de México de buscar un acuerdo de la Línea de Crédito Flexible (del FMI)", dijo el comunicado, en referencia al pedido que hizo el se país de financiamiento por 47.000 millones, para "blindar" su economía.

El G20 se comprometió también a "actuar con urgencia" para concluir la ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial.

Una tercera cumbre del G-20 tendrá lugar tras la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, en septiembre próximo en Nueva York, anunció el presidente francés.

El acuerdo logrado por la cumbre del G-20 - que según la canciller alemana, Angela Merkel, constituye "un compromiso histórico para una crisis excepcional" - fue saludado por las Bolsas de Europa y América que se dispararon después de que Gordon Brown anunciara los puntos principales del plan para estimular la economía mundial.

La Bolsa de Londres cerró en alza de 4,28%, París ganó un 5,37% y Fráncfort un 6,08%. Madrid trepó un 4,69%.

La Bolsa de Nueva York aumentaba sus ganancias al finalizar la mañana: el índice Dow Jones ganaba un 3,62%, superando el umbral de los 8.000 puntos, y el Nasdaq un 4,11%.

Sin embargo, pese al buen ánimo de las plazas bursátiles, Obama concluyó la cumbre reconociendo que "aún no se sabe" si las medidas adoptadas por el G-20 "serán suficientes" para sacar al mundo de la crisis, la más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

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