El presupuesto, que será presentado ante el Parlamento por el ministro del Tesoro, Alistair Darling, debería haber sido la ocasión para que el gobierno de Brown reafirmase una vez más su determinación a salir de la peor crisis económica desde 1945, mediante medidas sustanciales para reactivar la economía.
Pero, según adelantan economistas y los diarios, el próximo presupuesto del Reino Unido, la quinta economía del mundo, será austero, y empezará reconociendo la gravedad de la recesión.
El Gobierno prevé en su presupuesto que la economía se contraerá un 3% en el 2009, y que empezará a crecer nuevamente sólo en el 2010..
Un informe de la patronal británica CBI, divulgado en vísperas de la presentación del presupuesto, nota que, aunque han empezado a aparecer algunas señales positivas, la contracción de la economía en el 2009 será de un 3,9%, es decir, mayor que la calculada por el gobierno.
La economía británica retomará "lentamente" el camino del crecimiento en 2010, pronosticó la Confederación Británica de la Industria (CBI), que subraya que, aunque lo peor de la recesión ha pasado, la recuperación será "lenta y frágil".
El documento del CBI nota que el peor capítulo de la recesión ha sido superado gracias a la estabilización de los mercados y un mayor acceso al crédito.
En un editorial, el diario Financial Times subrayó el lunes que el agujero fiscal del Reino Unido se elevaría a 175.000 millones de libras (unos 197.000 millones de euros) en 2009, un 12% del Producto Interno Bruto (PIB).
"La deuda neta podría alcanzar el 100% del PIB. La crisis costará entonces tanto como una gran guerra", subrayó el FT.
Los medios británicos adelantan que el Gobierno anunciará que el gasto público en los próximos años aumentará menos de lo planeando anteriormente, debido a la gravedad de la crisis.
Darling reconocerá también que el gobierno no recuperará toda la gigantesca suma invertida en el rescate de los colapsados bancos británicos, que costará varios miles de millones a los contribuyentes.
Se anticipa también que el Gobierno golpeará a los consumidores de alcohol y tabaco, imponiendo impuestos al alcohol del 2% por encima de la tasa de inflación.
Darling anunciará también fuertes recortes, aunque anunciará medidas para ayudar a los desempleados y para estimular energías alternativas y otras para golpear a los que intentan evadir el fisco.
El ministro de Finanzas británico intentará terminar con una nota de optimismo, pronosticando que la economía británica podría crecer hasta un 1% el año próximo, según anticipan los diarios.
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