jueves, 30 de abril de 2009

El obispo de Santander contra el "peligro" de "caer en la indiferencia" ante el paro

SANTANDER.- El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, instó hoy a "evitar la tentación de acostumbrarnos a convivir con el paro y caer en la indiferencia" ante este problema, a la vez que ha denunciado que la crisis económica "tiene unas profundas raíces éticas".

Propone trabajar "desde la justicia, la solidaridad y la caridad cristiana" en un clima de esperanza, porque los cristianos "tenemos la responsabilidad de ser semilla de esperanza", según señala en una carta pastoral divulgada con motivo de la conmemoración laboral del 1 de mayo.

Para el prelado cántabro, la jornada de este año "reviste un significado especial" por los efectos del paro y de la recesión ocasionados por la crisis económica.

"Como iglesia diocesana y como cristianos debemos hacer nuestros los gozos y las angustias de los trabajadores, y no podemos permanecer ajenos a la delicada situación que padecen tantas personas y familias, que no encuentran trabajo o que han perdido el empleo que tenían", manifestó.

Jiménez Zamora destacó que detrás de las "frías cifras" se esconden situaciones de "dolor y de sufrimiento", por lo que "debemos evitar la tentación de acostumbrarnos" a convivir con el paro y a "caer en la indiferencia", ante los más de 4 millones de parados que ya hay en España.

El obispo recuerda que la persona "siempre está por encima del mero trabajo o como simple objeto de la producción, motivo por el cual la Doctrina Social de la Iglesia coloca al hombre en el centro de la cuestión obrera y nos invita a ver más al hombre o la a mujer trabajadores, que al mismo trabajo".

En su carta pastoral, resaltó el esfuerzo que Cáritas Diocesana realiza en estos momentos en las parroquias, o el que desempeñan las comunidades de religiosos, cofradías e instituciones eclesiales para atender a las "demandas crecientes" de aquellas personas y familias que más directamente "sufren las consecuencias de la crisis".

Por este motivo, exhortó a "avanzar en esta dirección de ayuda y de solidaridad" a pesar de la "tremenda desproporción entre la magnitud del problema y de nuestras posibilidades".

Por último, apeló a la virtud de "la esperanza", porque la "extensión y persistencia" de la crisis y del paro "pueden generar desesperanza", pero los cristianos "tenemos la responsabilidad de ser semilla de esperanza".

"Sigamos trabajando sin desfallecer por la justicia social e interpelados por la realidad y urgidos por el evangelio de Jesucristo y por la Doctrina Social de la Iglesia, comprometámonos a trabajar por un nuevo modelo de sociedad más justo, más humano y más solidario", concluyó.

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