sábado, 25 de abril de 2009

El panel del FMI dice que la crisis global se está desacelerando

WASHINGTON.- El presidente del panel que fija las políticas del FMI declaró el sábado que se apreciaba "una luz entre los nubarrones" de la economía mundial, pero pidió ser todavía cautelosos debido a que las dificultades continuarán en el futuro inmediato.

"Hay una coincidencia en que se está viendo la calma en medio de una tormenta económica sin precedentes, que estamos frente a una luz entre los nubarrones", dijo Youssef Boutros-Ghali, presidente del Comité Monetario y Financiero Internacional. "Hay mejorías en las percepciones del mercado, pero todavía hay riesgos presentes de una continuada declinación".

El tono optimista del ministro egipcio de economía (en la imagen) fue expresado al término de la asamblea de gobernadores del Fondo Monetario Internacional y coincidió con el mismo sentimiento expresado por algunos gobiernos, entre ellos el británico y estadounidense, y otros funcionarios de la institución de que la crisis estaba empezando a calmarse.

Los ministros se reunirán mañana domingo en la asamblea del Banco Mundial pero será para hablar de aspectos relacionados con el desarrollo.

El secretario del Tesoro Timothy F. Geithner había declarado en las sesiones del comité del FMI que la calma en la tormenta se debía a las acciones concertadas que han tomado los gobiernos y bancos centrales en el mundo.

"Recientes informaciones sugieren que el ritmo de declinación en nuestras economías se ha desacelerado y están emergiendo indicios tentativos de una mejoría, en medio de un persistente panorama de debilidad", afirmó Geithner. "Pero, los riesgos de una contracción todavía persisten".

Mientras hablada, decenas de manifestantes protestaron bulliciosamente en las calles aledañas del FMI y Banco Mundial, instituciones a las que atribuyen gran parte de la crisis. Varios de ellos chocaron con la policía cuando intentaron marchar por calles bloqueadas y algunos fueron arrojados al suelo, pero sin mayores consecuencias.

El FMI ha pronosticado que la economía global se contraerá en 1,3% en 2009, pero dijo que para el próximo año la actividad económica retornará a terreno positivo con 1,9%.

Nicolás Eyzaguirre, director del FMI para América Latina y el Caribe, había dicho en la víspera que la recuperación en el hemisferio estaba ya ocurriendo debido a que los bancos regionales no han sido afectados como en el mundo industrializado, donde la recuperación se iniciaría en la segunda mitad del 2010.

Pero, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, tuvo sus dudas. El sábado dijo a reporteros que se trataba solamente de "un comentario" como funcionario del Fondo, y pidió tener en cuenta que "cada país es muy diferente" y está enfrentando la crisis también desde realidades diferentes.

Los países pobres que se reunieron en el G-24 dijeron en su comunicado final que la crisis estaba todavía teniendo un "efecto desproporcionado" en las economías emergentes con bajos precios de las materias primas, drástica reducción de las exportaciones, menores remesas, flujos privados netos de capital negativos y dificultades en el crédito.

Boutros-Ghali dijo en una rueda de prensa que "hacia fines de este año estaríamos empezando a ver la luz, un movimiento hacia la estabilización y luego el avance hacia la recuperación en la primera mitad del próximo año".

Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI y miembro del comité, declaró hablando al lado del egipcio que había un "acuerdo general" de los ministros asistentes cuando menos sobre dos puntos: que se han adoptado las medidas apropiadas para estimular las economías y que no se permitirá la caída de ningún sistema financiero.

El comité dijo en su comunicado de prensa final que el FMI debe "continuar actuando prontamente para poner sustanciales recursos, bajo salvaguardas adecuadas, a disposición de sus países miembros con necesidades financieras externas".

Las naciones industrializadas del G-7, a su vez, prometieron en la víspera realizar más esfuerzos para comprometer mayores recursos financieros a la reactivación de la economía global, pero tenían todavía diferencias con otros países, entre ellos India y Brasil, sobre la forma de mejorar el papel del FMI en la crisis.

Lo que está en dispuesta es la forma de canalizar el incremento de 1,1 billones de dólares al Fondo y otras instituciones que los presidentes de naciones ricas y pobres acordaron en la cumbre del G-20 a comienzos de abril en Londres.

Hablando en la misma sesión que Geithner, el ministro argentino de Economía, Carlos Fernández, dijo que en la medida en que la crisis continuaba profundizándose "se reduce la capacidad de respuesta individual y la voluntad política empieza a desvanecerse, incrementando las presiones para el proteccionismo financiero y comercial".

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