domingo, 5 de abril de 2009

Empleos de muerte para una China en paro

SHANGHAI.- En apenas tres meses, 6,1 millones de nuevos titulados se sumarán al mercado laboral chino, aunque éste no haya sido capaz de absorber a casi millón y medio del año pasado. Oficialmente, el paro urbano en China se acerca por primera vez en dos décadas a la barrera del 5%, aunque otros cálculos sitúan ya el desempleo nacional por encima del 10% (un 12% cuando se habla de la élite universitaria).

Cuando se resalta la fortaleza de China frente a la recesión mundial, se tiende a olvidar que cerca de la mitad de los damnificados por la crisis están en este país. Al gobierno le preocupan tanto los 20 millones de peones de fábrica que se han quedado en la calle por el desplome de la demanda en el mundo, como los titulados universitarios, revela hoy 'El Mundo'.

Los últimos constituyen la primera hornada de hijos de las reformas para quienes el título no será garantía de éxito. Pekín les pide ahora que no esperen salarios tan altos y que marchen al interior del país, donde todavía hay mucho margen de desarrollo. Como hace 40 años, cuando la Revolución Cultural mandó a los estudiantes al exilio rural. Aquello se llamaba «reeducación».Hoy, algunos también se irán de las aulas al campo, pero por necesidad.

¿El nuevo Londres de los españoles?

La crisis también ha incrementado el trasiego de los españoles en China. Están los que se marchan, porque las empresas que los emplean han tenido que cerrar operaciones en el país asiático o reducir su plantilla de expatriados. Pero también una nueva generación aventurera -no todos tan jóvenes, también los hay con una década de experiencia laboral-, que ante la imposibilidad de encontrar trabajo en casa, marchan al Lejano Oriente en busca de oportunidades. ¿Será el milagro económico chino el imán que fue el alemán para la mano de obra española en los años 60?

«No tanto», según Pawel S. Kuszelewski, director de operaciones en China de Human, la primera firma española de recursos humanos con presencia en este país. «Los que vienen son la gente que hace cinco o seis años se hubiera ido a Inglaterra», indica el experto. «La diferencia es que un ingeniero puede sobrevivir en Londres trabajando de camarero, pero no en China».

A finales de 2008, según cifras oficiales, había alrededor de 600 empresas españolas en China y cerca de 2.500 españoles como residentes -con permiso de trabajo en el país, se entiende-. «Tras la crisis, no sabemos cuántas se han podido ir», señalan desde la Oficina Económica Comercial de España en Pekín, «pero se ha notado una caída en el número de empresas que intentan acceder al mercado chino».

Esto se traduce en menos oportunidades laborales, y que, cada vez más, las vacantes de «ingeniero comercial con inglés y conocimiento de la cultura empresarial china», el perfil más demandado hasta ahora, se cubre con gente local, y no tanto con españoles.

«Quienes vengan -prosigue Kuszelewski- se lo deben tomar como un periodo de formación personal: adquirir experiencia con una beca, matricularse en un máster de negocios en China o venir a estudiar el idioma».«Pero que no se piensen que en seis meses van a salir hablando mandarín», advierte.

«Ahora mismo están los que se quieren venir más los que no se quieren ir». Empresas que antes tenían varios expatriados, optan por dejar a uno sólo a cargo de las operaciones en China. «Es natural que las empreas vayan sustituyendo a los altos cargos con chinos», dice Kuszelewski, «pero la crisis ha acelerado este proceso, ya que la mitad de los costes de una empresa española en China son los expatriados».

Lei Ren, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio en Shanghai, apunta que las empresas «se están marchando no tanto porque la situación económica en China esté mal, sino por los problemas que pueda estar experimentando la matriz».

La bolsa de trabajo que comparten las Cámaras españolas en los tres polos económicos del país -Pekín, Shanghai y Cantón-, acumulan más currículos que nunca durante los últimos meses. Entre ellos, gente de 30 y 40 años, ex gerentes de empresas que buscan huír lejos de la recesión.

«Ahora mismo, sólo se buscan perfiles muy específicos, como ingenieros industriales o expertos en contabilidad china», avisa Lei. «Pero que hablen chino».

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