miércoles, 29 de abril de 2009

La actividad en EEUU continuó cayendo, aunque más lentamente

WASHINGTON.- La economía estadounidense se contrajo más de lo previsto en el primer trimestre -aunque más lentamente- presionando a la Reserva Federal a mantener vigente su impresionante arsenal de medidas anticrisis desplegado en los últimos meses, pese a la aparición de tenues señales de estabilización.

Según la primera estimación del departamento de Comercio, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos cayó un 6,1% en ritmo anual en el primer trimestre, afectado por un nuevo hundimiento de la inversión, de una amplitud no registrada desde hace más de 60 años.

La actividad en la primera potencia económica mundial ya se había contraído 6,3% en el tercer trimestre de 2008 y 0,5% en el tercero.

Los datos del primer trimestre, que serán revisadas dos veces en las próximas semanas, son todavía peores de lo que temían los analistas, que preveían una caída de 4,7%.

La Reserva Federal, que tendrá la cifra a disposición cuando decida la orientación de su política monetaria, debería en consecuencia prolongar sus masivos esfuerzos para sostener la economía. Se prevé que la Fed emita un comunicado al finalizar su reunión este miércoles, hacia las 18H15 GMT.

No parece el momento propicio para bajar la guardia, estimó Frederic Dickson, analista de DA Davidson, para quien las cifras del PIB muestran que "la economía todavía no dio vuelta la página" de la recesión.

La economía estadounidense no había registrado tres trimestres consecutivos de repliegue desde 1974-1975, pero algunos elementos del informe del departamento de Comercio suscitaron el optimismo en Wall Street, que quiere creer que lo peor ya pasó.

Los gastos de las familias, tras dos trimestres en caída, subieron un 2,2% en ritmo anual, su mayor alza desde el primer trimestre de 2007, contribuyendo con 1,50 punto porcentual al crecimiento del país.

Esta mejoría "permite pensar que el consumo podría estar camino a la recuperación", estimó Millan Mulraine, analista de TD Securities.

En tiempos normales, el consumo de los hogares representa más de dos tercios del crecimiento estadounidense y su recuperación es primordial. Si bien nada asegura por el momento que este incremento se prolongue durante la primavera, debería beneficiarse del apoyo del plan de reactivación presupuestaria promulgado a mediados de febero, con las reducciones de impuestos que comienzan a favorecer a las familias.

Como en el trimestre anterior, el gran lastre de la economía estadounidense durante los tres meses de invierno ha sido la inversión, que hizo perder en total 8,83 puntos de crecimiento al país.

La inversión de las empresas y de las familias (en la vivienda) cayó 37,9% en ritmo anual, hecho que no se producía desde la primera publicación de los datos del PIB en su forma actual en 1947.

A ello se agrega la utilización de 'stocks' de las empresas, contabilizado como una inversión negativa: esto hizo perder 2,79 puntos porcentuales al PIB, pero esta purga de los 'stocks' es una etapa necesaria para permitir que la economía parta sobre mejores bases.

"Cuando la demanda se reactive, las empresas deberán aumentar rápidamente su producción para adaptarse", estimulando el crecimiento, subrayó Augustine Faucher, de Moody's Economy.com.

Varios analistas estiman que la utilización de las existencias de las empresas debería continuar en el segundo trimestre, aunque más lentamente, lo que tendrá un efecto positivo sobre el PIB.

Teniendo en cuenta el efecto combinado del plan de reactivación, Marie-Pierre Ripert, economista de Natixis, piensa incluso que Estados Unidos podría volver a un crecimiento "levemente positivo" en la primavera, mientras que la Fed y el Fondo Monetario Internacional no esperan que ello sucede antes de 2010.

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