viernes, 24 de abril de 2009

La crisis financiera se convierte en crisis de pobreza

WASHINGTON.- La crisis financiera global casi ha eliminado las pocas posibilidades de cumplir los planes relacionados con el hambre, mortalidad materno-infantil, educación y lucha contra el sida para el 2015, dijeron el viernes el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

La organización humanitaria Oxfam dijo que esa era la confirmación de lo que se había temido y tratado de evitar en meses recientes, que "la crisis financiera es ahora una crisis de pobreza".

Oxfam dijo que los gobiernos de las naciones ricas tenían responsabilidad en esa adversidad: los países pobres requieren apenas de unas ayuda de 120.000 millones de dólares para superar sus dificultades, suma que era "una gota en el océano" comparada con los 8,4 billones movilizados en el mundo en ayuda de los bancos y los 173.000 millones que Estados Unidos le dio solamente a AIG, el primer grupo de seguros rescatado en la nación al iniciarse la crisis en 2008.

El Banco Mundial y FMI expresaron su pesimismo sobre los efectos de la crisis en los pobres en su "Informe de Monitoreo Global 2009: Acontecimiento de emergencia", difundido con motivo de la asamblea de gobernadores de ambas instituciones este fin de semana.

El informe alerta que no parece posible lograr la primera meta de los llamados "objetivos de desarrollo del milenio", de reducir la pobreza extrema en 2015 a la mitad del nivel de 1990, debido a que "los riesgos abundan".

"En realidad, los nuevos estimados muestran que más de la mitad de todos los países en desarrollo podrían experimentar un incremento en sus niveles de pobreza extrema en 2009", dice el informe. "Esta proporción tiende todavía a ser mayor: dos tercios entre los países de bajos ingresos y tres cuartos entre los que están al sur del Sahara en el Africa".

En esas condiciones, las dos instituciones dicen que un adicional de 55 a 90 millones de personas se verá en la pobreza extrema este año debido a la recesión mundial.

El número de personas con "hambre crónico" pasará de los 1.000 millones este año, revirtiendo avances en la lucha contra la malnutrición y convirtiendo en "urgente" la necesidad de invertir en la agricultura.

Según el informe, la crisis afectará a los países en desarrollo en los próximos dos años con una contracción de sus volúmenes de exportación, bajos precios, desaceleración de la demanda interna, declinación en las remesas e inversiones extranjeras, reducción del acceso al financiamiento y contracción de los ingresos.

El crecimiento en esos países caerá a 1,5% en 2009, de un nivel del 8,1% mostrado del 2006 al 2007, según el FMI. El crecimiento global en general bajará a su vez a -1,3%.

"La lucha contra la pobreza se ha vuelto más difícil y más urgente", dijo John Lipsky, subdirector gerente del FMI, en la presentación del informe.

Según el informe, los flujos netos de capital a los países en desarrollo están en caída libre y podrían ser mayores de 700.000 millones en 2009 comparado con su nivel pico de 2007.

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