viernes, 3 de abril de 2009

La cumbre del G-20 no aporta una solución inmediata a la crisis económica

LONDRES.- La cumbre del G-20 de Londres no desatará una recuperación económica mundial inmediata, pero la financiación de 1,1 billones de dólares para las instituciones financieras internacionales ayudará, afirmaron este viernes analistas.

La cumbre del G-20, convocada para hacer frente a la peor crisis económica en más de 70 años y primera cita mundial en la que participó el presidente estadounidense, Barack Obama, acordó triplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y aumentar los del Banco Mundial (BM) y los de bancos de desarrollo para ayudar a combatir la recesión.

Pero los líderes del G-20, que reúne a las principales economías industrializadas y emergentes, no aprobaron ninguna medida coordinada de aumento del gasto público.

"La cumbre ha fracasado en lograr nuevas medidas sobre estímulos fiscales mundiales", indicó el analista Julian Jessop, de Capital Economics. "Pero al menos ha habido un acuerdo sobre aumentos generosos en la financiación para el FMI y créditos al comercio adicionales", añadió.

Howard Wheeldon, estratega jefe de BGC Brokers, opinó que el paquete del G20 no sacará a la economía mundial de la recesión, pero puede ayudar a evitar a que ésta se profundice. La declaración final del G-20 "no otorga nada que suavice realmente el golpe de la recesión, pero quizás algunas cosas impiden que se convierta en una depresión", dijo.

El G-20 aportará 500.000 millones de dólares de fondos adicionales al FMI, triplicando su capital, 250.000 millones de dólares para financiar el comercio internacional, y 250.000 millones de dólares para una facilidad de giro del FMI destinada a ayudar a sus países miembros.

También aprobó 100.000 millones de dólares para los bancos de desarrollo que prestan a los países más pobres.

El G20 colocó asimismo en una lista negra de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a cuatro países, Costa Rica, Uruguay, Malasia y Filipinas, y sacó a los tres que la ocupaban previamente -Mónaco, Liechtenstein y Andorra- para incluirlos en una "lista gris" de 38 países.

Los líderes del G20 decidieron también regular las remuneraciones y primas de los ejecutivos, democratizar los criterios de elección de los jefes del FMI y el BM, "actuar con urgencia" para concluir la Ronda de Doha de la OMC para liberalizar el comercio mundial y vender las reservas de oro del FMI para ayudar a los países pobres.

"Los líderes del G-20 han avanzado en la mayoría de las áreas clave, prometiendo hacer lo que sea necesario para restaurar el crecimiento mundial", dijo el economista Jan Rudolph, de IHS Global Insight.

"La mayor sorpresa fue el enorme aumento de los recursos del FMI a casi un billón de dólares, lo cual contribuirá ampliamente a apoyar la estabilidad financiera en el mundo desarrollado", indicó.

Antes de la cumbre, Estados Unidos y Gran Bretaña habían presionado para que se aprobaran más paquetes de estímulos económico, una medida rechazada por Francia y Alemania y que finalmente no se materializó.

Sin embargo, el analista de VTB Capital Andrey Kryuchenkov opinó que el aumento de recursos del FMI ayudará a reactivar la economía mundial. "A largo plazo es un desarrollo positivo y podría ayudar a la recuperación económica mundial", dijo Kryuchenkov.

No obstante, Rudolph dijo que el comunicado del G-20 fracasó en tratar el tema de la purga de los activos tóxicos o de alto riesgo del sistema financiero que se hallan en el centro de la contracción crediticia.

"El punto más débil del acuerdo es una falta de detalles sobre cómo hacer frente al tema urgente de limpiar los bancos de los activos tóxicos, un problema que sigue bloqueando el sistema financiero y obstaculizando los flujos del crédito", dijo Rudolph.

No hay comentarios:

Publicar un comentario