domingo, 19 de abril de 2009

La reactivación llegará en 2010, pero el desempleo durará en todo el mundo

LONDRES.- La reactivación económica mundial debe empezar en 2010, pero los economistas descartan que sea vigorosa y afirman que el despegue de la producción se dará antes que el del empleo.

Muchos altos responsables políticos y económicos afirmaron en la última semana su convicción de que el crecimiento, aunque débil, volverá el año próximo.

En Estados Unidos, la recesión debe empezar a amainar este año y la actividad económica "crecerá lentamente" en 2010, sostiene la Reserva Federal (Fed, banco central).

También el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, prevé una salida de la recesión en 2010.

El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, pronosticó después de la reciente cumbre del G-20 en Londres que la reactivación se iniciaría en el primer semestre, a partir de Estados Unidos.

Y el presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que percibía una "tenue luz de esperanza", aunque advirtió a los estadounidenses de que las dificultades no terminaron y que 2009 será un año difícil, con más supresiones de empleos y embargos de viviendas.

"Todo lo que sabemos es que un día (la economía) volverá a arrancar", se limita a decir Charles Wyplosz, profesor del Instituto de Altos Estudios de Ginebra. "Lo menos costoso en términos de reactivación es anunciarla y que la gente lo crea", ironiza.

Los economistas coinciden de todos modos en que, en el mejor de los casos, la reactivación será escuálida.

"La crisis financiera ha sido tan profunda, que sería normal tener un repunte en 2010, pero no hay que esperar un despegue fuerte de la economía", subraya Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard.

Persiste por otra parte una gran incertidumbre sobre la situación real del sistema financiero, cuyo rescate pecó de "falta de transparencia", apunta Rogoff, un ex economista jefe del FMI.

Obama se felicitó por datos que muestran una estabilización del mercado inmobiliario y por cierto desbloqueo del crédito, así como por los planes de saneamiento del sistema bancario.

Pero "puede haber malas noticias que incrementen el pesimismo", alerta Michel Aglietta, economista del Centro de Estudios Prospectivos y de Informaciones Internacionales (CEPII, con sede en París).

La preocupación de Aglietta se debe sobre todo a la posibilidad de que los activos "tóxicos" de los bancos no encuentren comprador ni siquiera con los alicientes ofrecidos por el plan de rescate estadounidense.

Además, "muchas empresas quebrarán aún, la demanda de créditos aumentará y los riesgos relacionados con el aumento del desempleo son elevados", advierte.

Algunos expertos temen que después de un corto período de euforia se produzca una reacción de desilusión.

El director de estudios económicos del banco francés Natixis, Patrick Artus, piensa que en los próximos meses habrá un despegue inevitable de la demanda por efecto de los planes de rescate, de la caída de los precios y de una "recuperación mecánica, pues había caído muy bajo".

Ese repunte podría ser incluso "bastante fuerte", pero luego "volverá a caer", pues "el mercado laboral seguirá deteriorándose", señala Artus.

"Los déficits públicos habrán alcanzado niveles enormes, sin que se haya resuelto ningún problema de fondo", añade.

"Podremos hablar de reactivación el día en que dejen de perderse empleos", y el crecimiento de 2010 no será suficiente para lograr ese objetivo, subraya Eric Heyer, del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas (OFCE).

Para Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, "el desempleo tardará en retroceder, y de ningún modo estamos cerca de restaurar el nivel de ocupación de antes de la crisis".

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