martes, 21 de abril de 2009

Las cajas españolas apuestan por reducir tamaño y oficinas ante la crisis

MADRID.- Las cajas de ahorro han recogido el testigo lanzado por el gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez y han reconocido que deberán volver al negocio tradicional y reducir tanto su tamaño como el número de oficinas e incluso de entidades ante la crisis.

Representantes de seis cajas de ahorros - CAM, Ibercaja, BBK, Caja España, Caja Navarra - y de la patronal CECA coincidieron durante un encuentro sobre el sistema financiero organizado por Deloitte en que las cajas tienen un exceso de capacidad tanto en su red comercial como dentro del mercado hipotecario, y que este exceso tiene que ser corregido.

"Tenemos presión en los resultados, y esa presión no la vamos a cambiar. Hay un exceso de entidades y hay que reducir el tamaño", afirmó Roberto López Abad, director general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, quien apostó por una reorganización tanto de la red de distribución como del mercado hipotecario.

Ordóñez había pedido el martes durante el encuentro a las entidades financieras que redujesen tanto sus gastos como su número de oficinas para poder lidiar con la crisis.

"En el corto plazo lo importante es sobrevivir (...) A medio plazo, 'back to basics', volver al modelo de negocio basado en la franquicia del cliente", explicó el director general de la BBK, Ignacio Sánchez-Asiain.

El ejecutivo de la CAM explicó que la crisis ha modificado la cultura de los empleados de las sucursales, a los que ha habido que "cambiarles el paso" para que no se centrasen en la captación de clientes, sino en la morosidad.

"De un mercado de un millón de hipotecas al año vamos a un mercado de medio millón de hipotecas al año (...) Los márgenes se van a incrementar, los recursos son más caros. Vamos a volver a una ortodoxia financiera que habíamos olvidado", afirmó el director general de Ibercaja, José Luis Aguirre.

Los directivos de las cajas de ahorros explicaron que durante los últimos años se ha producido una pérdida de solvencia provocada por el apalancamiento en el sistema de distribución, centrado en conceder hipotecas para luego poder colocarlas en los mercados mayoristas.

Las representantes de las cajas de ahorros reconocieron que se han cometido errores en el pasado que hay que resolver, pero gracias al modelo de banca tradicional que ha sido la tónica general en España, será más sencillo hacerlo.

"No hemos sido lo suficientemente rápidos reaccionando (...) crecido en 2,2 por ciento en número de empleados y 1,5 en número de oficinas en 2008", dijo Asiain.

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