domingo, 5 de abril de 2009

Las remesas cambian de tendencia / Rafael Pampillón *

Después de bastantes años de crecimiento, las remesas de emigrantes que se envían desde España disminuyeron el año pasado un 7% con respecto a 2007. En esos doce meses se enviaron desde España remesas por valor de 8.445 millones de euros (máximo histórico), en 2008 sólo 7.840. La tendencia es claramente a la baja, ya que en el cuarto trimestre, último dato publicado, solo se remesaron 1.839 millones, una caída del 21% con respecto al mismo trimestre de 2007. Es además es el envío más bajo de los últimos 9 trimestres.Hay que remontarse al tercer trimestre de 2006 (con 1.808 millones) para encontrar una cifra menor. Con este ya son tres trimestres consecutivos en los que las remesas descienden.

¿Cuál es la causa de la disminución de las remesas? La fuerte recesión que atraviesa la economía española que está afectando seriamente al desempleo de la población inmigrante. En el cuarto trimestre de 2008 el paro en este colectivo estaba situado en el 21,3% (780.000 personas) de la población activa, mientras que en la población total española (incluida la inmigrante) el paro era del 12,5% (2.428.400). Para el primer trimestre de este año se estima un paro del 24% entre los inmigrante, muy superior al promedio nacional (15,5% también para este primer trimestre de 2009).

En el cuarto trimestre de 2008, coincidiendo con la brusca caída de las remesas, se produjo, por primera vez en nuestra historia económica reciente, una destrucción de empleo de la población inmigrante (61.400 ocupados menos). Es decir, no sólo aumenta el paro sino que se está reduciendo también el número de ocupados entre los extranjeros, sobre todo en los menos cualificados.Esto se debe a que las oportunidades de empleo de la mayor parte de los inmigrantes están bastante concentradas en el sector de los servicios de baja productividad y en la construcción de viviendas, y esos dos sectores están reduciendo su actividad. La rápida reducción de afiliados extranjeros a la Seguridad Social confirma esta tendencia de destrucción de empleo y/o de aumento de la economía sumergida.

Además del aumento del paro y de la destrucción de empleo hay otros dos factores que generan caídas en las remesas que envían los inmigrantes a sus países de origen: 1) Los salarios que cobran los inmigrantes, con permiso de trabajo y baja cualificación, están disminuyendo. Es una población más flexible y más necesitada de recursos económicos que los nativos por lo que están dispuestos a cobrar menos salario que los españoles; si cobran menos pueden enviar menos remesas. 2) También los «sin papeles» que trabajan en la economía sumergida están perdiendo ingresos. Por ejemplo, los empleados del hogar en esta situación ganan menos dinero ahora que hace un año.

En el futuro se puede esperar un mayor descenso en las remesas como consecuencia de la crisis económica española. ¿Es de esperar una mayor salida de emigrantes y, por tanto una caída de remesas por este concepto? Probablemente no. Hasta ahora, el plan del Gobierno para que los extranjeros cobren el desempleo de forma anticipada y no regresen a España en tres años no ha dado resultado.Se les pide que renuncien a su permiso de residencia que con tanto esfuerzo han conseguido. ¿Qué están haciendo? Adaptarse bastante bien a la crisis: cambian de ciudad y de empleo; trabajan más horas y reducen sus gastos para seguir enviando dinero, aunque sea menos, a sus familiares. El regreso a casa es su última opción.De ahí que se deba frenar la entrada; en este sentido, antes o después el Gobierno deberá adoptar un plan de mayores controles migratorios.

En resumen, el desempleo inmigrante en España seguirá aumentando y, como consecuencia, el valor de los envíos de remesas seguirá disminuyendo. Mientras tanto, no se debe olvidar que las remesas enviadas por los emigrantes desde España han contribuido a mejorar el bienestar de los familiares que se han quedado en el país de origen, lo que quiere decir que el descenso de las remesas está teniendo, y va a tener todavía más, efectos negativos en los países de origen de la inmigración. Una mala noticia para millones de personas que dependen de estos flujos para cubrir sus necesidades básicas. Pero este no es solamente un problema español, la pérdida de empleos entre la población inmigrante en el mundo rico hace prever una reducción de las remesas globales en 2009 por primera vez en la historia reciente. La crisis diferencial española ha hecho que nos hayamos adelantado un año.

(*) Rafael Pampillón es profesor del Instituto de Empresa.

www.elmundo.es


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