domingo, 5 de abril de 2009

Los paraísos fiscales maniobraron para escapar a la lista negra

MADRID.- Los países tachados de paraísos fiscales maniobraron y decidieron hacer concesiones, presionados por la inminente reunión del G-20, para dejar de serlo o, al menos, dejar de ser considerados como tales antes de que esa cumbre se produjera. Ángel Gurría, el presidente de la OCDE, la organización que ha elaborado y publicado (por deseo precisamente del G-20), la lista de los paraísos fiscales del mundo, aseguró que, a este respecto, las últimas semanas fueron definitivas.

"Ha sido una auténtica avalancha", aseguró en una conversación con "El País".

"Antes, en los últimos años, había movimientos de paraísos fiscales" que prometían enmendarse, "pero ahora ha habido una auténtica transformación. Son centros financieros importantes, como Suiza, Singapur o Luxemburgo, los que se han comprometido en las últimas semanas a cambiar", manifiesta el presidente de la organización.

De ahí que el listado de la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) contenga dos colores clave: negro para los países que no han hecho intención de modificar su comportamiento (Costa Rica, Malaisia, Filipinas y Uruguay) y gris para los 38 restantes, que ya se han comprometido y que han anunciado concesiones, entre los que se cuentan los citados Suiza, Luxemburgo y Singapur, y además Bélgica o Andorra. La anterior lista de paraísos fiscales, elaborada en 2000, contenía a casi los mismos países que la actual pero sólo tenía un color: el negro.

El caso de Bélgica es paradigmático y es utilizado como ejemplo por Gurría: "Hasta hace poco, tenía sólo un acuerdo de intercambio de información financiera con EE UU; ahora, se ha comprometido a firmar acuerdos con otros 48 países".

Para el presidente de la OCDE, este movimiento de los denominados paraísos fiscales "es el primer éxito de la cumbre del G-20 y de los 10 años que lleva trabajando en esto la OCDE". Y añade: "El mundo ha cambiado. Ya no hay el nivel de tolerancia de antes. Ya se habla de sanciones".

Ahora bien. Para dejar de figurar en la lista gris y pasar a la blanca, donde figuran los Estados considerados transparentes, los países implicados deberán cumplir los acuerdos anunciados. Gurría, que es mexicano, lo dice con un refrán conocido: "Del dicho al hecho hay mucho trecho".

Y agrega: "Pero son países serios que asumen compromisos serios". La OCDE lo comprobará: "Monitoreamos continuamente más de 84 jurisdicciones y lo seguiremos haciendo". Habrá que verificar también los distintos acuerdos bilaterales. "El diablo está en los detalles", agrega.

Con todo, la publicación del listado ha levantado una agria polémica en algunos de los países implicados. Uno de los más molestos por la lista fue Uruguay. Su presidente, Tabaré Vázquez, fue explícito: "Uruguay ni es ni quiere ser un paraíso fiscal. No somos un monasterio, pero tampoco un casino", dijo.

El despacho del presidente de la OCDE recibió ciertos compromisos de Uruguay. "Con lo que podemos decir que Uruguay también se ha movido como los demás", aseguró Gurría. Es decir, el país latinoamericano pasará pronto de la lista negra de los que no han prometido nada a la gris de los que han prometido cambiar.

En Luxemburgo o Suiza, la noticia de su inclusión en la lista gris sentó muy mal. El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Junckers, manifestó en Praga que "el tratamiento

a algunos países es incomprensible". Después recordó que hay naciones o centros financieros que no aparecen en la lista y citó, concretamente, a los Estados de Delaware, Wyoming y Nevada, de EE UU, que, a su juicio, permiten un sistema financiero opaco. Suiza desaprobó el proceso llevado a cabo por la OCDE.

Por su parte, las autoridades de Liechtenstein aseguraron que desde ahora su objetivo es "no figurar en la lista gris", según indicó un portavoz del Gobierno. "Nosotros hemos entablado ya acuerdos bilaterales con Alemania y con Reino Unido. Y pensamos llegar a acuerdos con otros países, especialmente con Francia", añadió.

El Principado de Mónaco se limitó a felicitarse por haber dejado de figurar "en la lista negra". "Estamos muy satisfechos de haber salido de ella. Encontramos mucho más justo que nos incluyan en la lista gris", aseguró el jefe del Gobierno de Mónaco Jean-Paul Proust.

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