sábado, 25 de abril de 2009

Países ricos y emergentes entran de lleno en el debate sobre la reforma del FMI

WASHINGTON.- Países ricos y emergentes entraron de lleno este sábado en los debates sobre cómo reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI), un compromiso adoptado por el G-20 en su cumbre de Londres pero que ya generó los primeros roces.

El debate sobre cómo darle más poder a los países emergentes como Brasil o China, cómo cambiar las reglas de voto o sobre la elección del máximo responsable del Fondo está directamente relacionado con una parte de la ampliación de capital, decidida también en Londres.

El propio FMI quiso dar una nota de optimismo el viernes, víspera del inicio de su reunión semestral, y aseguró que "hubo progresos" durante un primer encuentro de negociación con 34 países miembros dispuestos a aportar.

"Existe un amplio consenso sobre los objetivos de extender y ampliar estos créditos por un monto de hasta 500.000 millones de dólares", aseguró el presidente del comité encargado de la gestión del instrumento Nuevo Acuerdo de Préstamos (NAB por sus siglas en inglés), Takehiko Nakao.

Pero líderes europeos consideran que los países emergentes deben rascarse los bolsillos antes de pedir un aumento de sus cuotas de poder, mientras que países como Brasil ya advirtieron que no hablarán de cifras si antes no hay un compromiso claro de que van a cambiar las cosas.

"Los miembros de la Unión Europea han acordado dar al FMI 75.000 millones de euros en forma de préstamos bilaterales que serán transferidos a un Nuevo Acuerdo de Préstamos. Ahora les toca a otros mercados avanzados y emergentes comprometerse financieramente", dijo este sábado el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia.

Otros fueron más gráficos al referirse a la negociación. "¿Qué se aporta a la caja común?", se preguntó el ministro alemán de Finanzas, Joerg Asmussen.

De la cifra final de 500.000 millones de dólares correspondiente al NAB, Brasil no hablará de aportaciones hasta que se concreten pasos de reforma, advirtió ese mismo día el ministro de Finanzas, Guido Mantega.

Estados Unidos, cuyo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, organizó un encuentro del G20 tras el tradicional G-7 de Finanzas, pidió de nuevo gestos a todos los implicados, en medio de una crisis sin precedentes del crédito mundial.

"Para garantizar la recuperación el FMI debe (...) tener recursos e instrumentos adecuados para responder con fuerza", dijo Geithner el sábado.

El presidente Barack Obama pedirá al Congreso que apruebe un desembolso de 100.000 millones de dólares adicionales para el Fondo.

Argentina se sumó también a las críticas. Al mencionar la reforma de las cuotas internas del Fondo, prevista para 2011, el ministro de Economía, Carlos Fernández dijo este sábado: "me preocupa que pueda convertirse en una nueva reforma 'cosmética', que redistribuya las cuotas entre países en base a dudosos criterios".

Una ampliación de capital significaría un aumento de las cuotas de cada país dentro de la entidad integrada por 185 países, pero "no cambiarán su estructura de toma de decisiones ni su base de legitimidad", advirtió Fernández.

Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Bolivia poseen en su conjunto un 4% del FMI, en comparación con el aproximadamente 17% de Estados Unidos, además de su poder de veto.

Brasil tiene menos cuota que Bélgica, critican sus responsables.

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