domingo, 12 de abril de 2009

Pekín mima a Chávez sin poner en peligro su relación con Washington

PEKÍN.- China, deseosa de no perjudicar sus relaciones con Estados Unidos, respondió con cordial reserva a la efusividad del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien durante su visita de la pasada semana al país asiático no dudó en declarar a Pekín el nuevo centro del mundo.

A punto de acabar una visita de algo menos de 48 horas a la capital china, el líder latinoamericano defendió fortalecer aún más las relaciones entre su país, primer productor petrolero de Sudamérica, y la tercera economía mundial.

"La relación entre China y Venezuela está consolidada. Hemos creado comisiones para seguir trabajando, aumentar las inversiones en Venezuela, y estamos hablando de (firmar) un acuerdo más ambicioso que el Fondo Estratégico Venezuela-China (de 12.000 millones de dólares)", dijo Chávez, antes de agregar: "El centro de gravedad del mundo se ha desplazado hacia Pekín".

Tras la llegada al poder de Chávez hace diez años, los dos países han estrechado unas relaciones cuyo centro es el petróleo pero que involucran otros ámbitos, estima Gonzalo Paz, profesor de la universidad George Washington de la capital estadounidense.

"La cooperación entre China y Venezuela es muy amplia, en telecomunicaciones, en satélites, en la construcción de vías férreas, en el desarrollo de productos de irrigación agrícola, etc", enumera Paz. "Por supuesto, el interés fundamental para los dos países sigue siendo el petróleo, pero no se agota en el petróleo", afirma.

China necesita diversificar sus fuentes de aprovisionamiento de petróleo y Venezuela pretende reducir su dependencia del gran cliente estadounidense.

En el plano político, ambos gobiernos comparten el objetivo de un mundo multipolar.

Pero Pekín evita cualquier iniciativa que pueda afectar su diálogo con la superpotencia estadounidense, con la cual el gobierno bolivariano de Chávez mantiene tensas relaciones.

"Como potencia emergente, China juega en dos tableros. Simpática con (el presidente estadounidense, Barack) Obama y luego simpática con el Sur. Es un papel perfecto", estimó Riordan Roett, especialista de América Latina en la universidad estadounidense Johns Hopkins de Baltimore.

Para Roett, el cambio en Estados Unidos explica la cautela china. "Tras la elección de Obama, Pekín se da cuenta de que va a abrirse un nuevo capítulo en las relaciones entre China y Estados Unidos. ¿Para qué ponerlas en peligro estrechando aún más los lazos con Hugo Chávez?", se interroga.

Pekín evitó las demostraciones de Rusia, que el año pasado realizó maniobras navales con Venezuela en pleno mar Caribe, en el vecindario de Estados Unidos.

"Al presidente Chávez le gustaría un apoyo más estratégico, pero la visión de China de la relación con Venezuela está mucho más concentrada en el proceso de desarrollo económico y el petróleo. Las expectativas de los venezolanos son mayores", dijo Paz.

Chávez dijo que había hablado con el presidente chino, Hu Jintao, de la Alternativa Boliviarana para las Américas (ALBA), su proyecto regional insignia, en el cual participan otros gobiernos de izquierda, como los de Cuba, Bolivia y Nicaragua.

¿Logró convencer el presidente venezolano a los chinos de apoyar esta iniciativa nacida en 2004 con el objetivo de contrarrestar la propuesta estadounidense de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que iría de Alaska a Tierra del Fuego, y que hoy está en punto muerto?

"La cumbre de las Américas (del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago) será un momento clave para Chávez en la promoción del ALBA", sostuvo Adrian Hearn, investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Sídney.

"Si puede anunciar el apoyo chino al ALBA, habrá conseguido ganar una batalla política a Estados Unidos", sentenció.

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