martes, 7 de abril de 2009

Pese a la crisis, disminuye el atractivo del oro

LONDRES.- A fines de 2008, cuando los bancos en Europa y Estados Unidos se hallaban al borde del colapso, los precios de las viviendas se hundieron y las bolsas de valores colapsaron, el oro subió de valor, como suele hacerlo en épocas de catástrofe financiera.

En uno de los más conocidos negocios de venta de oro de Londres, ATS Bullion, había largas colas de personas tratando de comprar barras del precioso metal. Otro vendedor de oro, Baird & Co, anunció que su actividad aumentó en un 40% en el mismo período. Había tanta demanda de barras de oro, que la empresa sólo podía aceptar órdenes de sus mejores clientes.

Pero, en los últimos seis meses, el precio del oro en relación al dólar estadounidense cayó un 30%. Había llegado a superar en marzo pasado los 1.000 dólares por onza troy, la tradicional unidad de peso para metales preciosos, pero nunca volvió a alcanzar esos niveles. En la actualidad, la onza de oro se cotiza en unos 850 dólares.

"La fortaleza del dólar encubre la buena cotización del oro. Pero los inversionistas también se han desalentado porque el oro no es un bien de gran liquidez", dijo Matthew Turner, analista de VM Group, una organización que investiga los precios de las materias primas. "Usted puede poseer una barra de oro, pero ésta demora un tiempo en convertirse en dinero. Y a veces hay una necesidad urgente de pagar las deudas".

El precio del oro ha sufrido la suerte de otras materias primas, como el petróleo o el cobre.

Durante siglos, los poderosos han atesorado el oro, un metal reconocido y apreciado en todo el mundo. Además de poder guardarse en bóvedas subterráneas o en un armario, vale por sí mismo, y no necesita de complejos instrumentos financieros.

"En épocas del imperio romano, una moneda de oro podía ser canjeada por una toga. Ahora, vale unas 400 libras esterlinas (600 dólares), el costo de un traje decente", dijo Paul Tustain, director general de Bullionvaults.com, una empresa que vende oro online. "No hay otro metal que mantenga su valor a lo largo de la historia con esa persistencia. En épocas de turbulencia, es como una balsa de seguridad".

El precio del oro sigue siendo mucho más alto que en 1999, cuando llegó a 250 dólares por onza troy, uno de los niveles más bajos de su historia. En esa época, los inversionistas compraban acciones y viviendas, y mantenían su dinero en cuentas que les redituaban altos intereses. Pero ahora, los precios de las casas siguen cayendo, los valores en bolsa son volátiles y las cuentas de ahorro generan intereses muy bajos. Por lo tanto, los seres humanos siguen comprando oro.

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