miércoles, 22 de abril de 2009

Quintás (CECA) ve "muy peligroso" que el Gobierno no cumpla su "obligación" de hacer planes de contingencia

MADRID.- El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, consideró hoy que el Gobierno tiene "la obligación" de adoptar un plan de contingencia para el sector financiero, aunque no lo haga público, porque existe un "riesgo catastrófico", si bien matizó que es remoto. "Sería enormemente peligroso que el Gobierno español no hiciera planes de contingencia", sostuvo.

El presidente de la patronal de las cajas de ahorros, que participó en un encuentro sobre el sector financiero organizado por 'ABC' y Deloitte, se mostró partidario de que el Ejecutivo articule medidas para reforzar la solvencia de las entidades financieras que lo necesiten, a través, por ejemplo, de los avales a las participaciones preferentes.

No obstante, Quintás abogó por que el Gobierno no haga público dicho plan de contingencia para evitar que los medios de comunicación magnifiquen el riesgo que precisamente se pretende atajar. "No deberían contarlo antes, porque los medios de comunicación convierten un riesgo remoto en una posibilidad razonable", alegó.

Quintás argumentó que es "absurdo" proceder a la intervencion de una entidad financiera simplemente porque sus niveles de capital se aproximen al 8% cuando el Ejecutivo podría reforzar su solvencia a través de avales a las participaciones preferentes sin necesidad de acarrear ningún coste para el erario público. Según Quintás, en estos momentos el Gobierno tiene la obligacion de "lubrificar" a las entidades financieras del país.

"Habrá entidades que lo pasen mal", vaticinó el presidente de la CECA, para quien ya se ha comprobado que es necesario adoptar medidas complementarias a la utilización del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en caso de que haga falta, con iniciativas de gestión de cara al saneamiento y a la adopción de medidas preventivas.

Quintás reconoció que la burbuja inmobiliaria y la exposición a Latinoamérica, región que previsiblemente no logrará escapar a la recesión mundial, hacen pensar que el sistema financiero español se enfrenta a una "morosidad que puede ser importante", junto a una depreciación de activos significativa y un relevante descenso de ingresos.

Además, a su parecer, la salida de la crisis en España "va a ser más lenta que en los países de nuestro entorno", aunque el sistema financiero español es "sano" y ha superado el primer embate de la crisis financiera sin que el Estado inyecte capital público en las entidades, situación que se ha registrado en gran medida en países como Reino Unido o Estados Unidos.

En este sentido, Quintás agregó que el Gobierno español también se enfrenta al reto de "neutralizar los proteccionismos" que otros países puedan levantar para afrontar la crisis, tal y como hizo cuando Irlanda y Alemania garantizaron los ahorros de los depositantes hasta un nivel superior al de la mayoría de países de su entorno, lo que provocó una huida de capitales hacia estos sistemas.

Si el Ejecutivo no hubiera tomado medidas en el mismo sentido que estos países, cortando "radicalmente" los proteccionismos irlandés y alemán, España "habría tenido un problema serio de liquidez y de otro tipo", insistió Quintás. A su parecer, el Gobierno debe estar "permanentemente atento" a los "impresionantes avances del proteccionismo" que se producen en otros países para evitar una situación de "desventaja desleal".

En su opinión, sería lamentable que el sistema financiero español, el que más se ha preparado para afrontar la crisis con sus colchones de provisiones, salga de este escenario dentro de cinco años en inferioridad de condiciones respecto a sus competidores, por haber recibido menos respaldo del Estado.

No se trata de inyectar dinero publico en el sistema, puntualizó, sino de adoptar medidas concretas para reforzar la solvencia si es necesario, lo que además podría contribuir a impulsar la actividad del crédito. Otra fórmula para animar la concesión de préstamos desde las autoridades, concretó, podría ser hacer la operación más atractiva para las entidades.

"Estamos viviendo tiempos de excepcion", y es "insensato" confiarse en el futuro, a pesar de la resistencia demostrada por las entidades financieras españolas, dijo Quintás, quien bromeó con la posibilidad de "matar a los banqueros" que destaron la crisis con su codicia, pero insistió en la necesidad de "conservar a los bancos", y por tanto, de cerciorarse de que la solvencia y viabilidad del sistema bancario no se ponen en peligro.

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