viernes, 3 de abril de 2009

Rato elogia las medidas adoptadas en el G-20

LAS PALMAS.- El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex ministro de economía español, Rodrigo Rato, aseguró que las medidas anunciadas ayer por los países del G-20 para atajar la crisis económica van "en la buena dirección", aunque precisó que "faltan cosas", como la "coordinación" en política monetaria. "Pero no cabe duda de que en este sentido podemos estar satisfecho de los que hemos visto", comentó.

Rato destacó la relevancia de la concertación internacional para salir de la crisis, pero aseguró que "ahora es también el momento para que cada sociedad" analice "cuales son sus realidades y desafíos", porque "todos los países no están en la misma situación".

En todo caso, Rato valoró como "muy importante" y como una medida "acertada" que se haya decidido dotar de más medios al FMI y otros organismo internacionales, como el Banco Mundial, por la necesidad de muchos países en desarrollo de financiar su capacidad productiva y para "favorecer el comercio".

"Dotar al FMI de más recursos es una buena decisión" porque "los países en desarrollo nos ayudarán a salvar esta crisis", expuso Rato en una conferencia sobre el proceso de la globalización y la crisis financiera que impartió en la capital grancanaria.

Sobre la decisión de erradicar los paraísos fiscales, dijo también que es "correcta y acertada", aunque calificó la medida como "más bien ética que económica", desde el punto de vista de que se trata de que ciertas personas no tengan ventajas, aunque matizó que "no afecta demasiado" a la recuperación de la crisis económica a pesar de que se "habla de cantidades importantes".

Además, el ex ministro económico durante el gobierno del PP con José María Aznar de presidente se mostró satisfecho de que se haya puesto el "acento en el proteccionismo" para no tender hacia él, ya que de permitirse sería una "vuelta atrás" y entrar en una "crisis como la de 1929".

"El nuevo proteccionismo en un claro riesgo", dijo Rato, aunque matizó que "de los 22 países presentes, 17 ya habían tomado medidas proteccionistas".

"Es un riesgo muy peligroso porque se puede caer en hacer políticas nacionales como que los bancos a los que se favorece sólo presten a los nacionales de ese país, que sólo se vendan nuestros coches, etc".

Rato valoró como necesarios los planes de estímulo "a pesar de que de momento no se han mostrado muy efectivos", aunque dijo que hay que tener un "plan de salida" en la que hay que "saber cuándo retirar los estímulos aplicados para que esta crisis no genere otra mayor".

Y es que, comentó, "las medidas puestas en práctica para salir de las crisis anteriores han puesto la semilla de las siguientes, sobre todo desde el punto de vista de las burbujas, como el caso del petróleo o las materias primas".

En este sentido, dijo que lo que viene no es una crisis en las que nos podemos "sentar a esperar" sino que se trata de un cambio de modelo. "No es una situación fácil y simple pero los responsables políticos y económicos deben decir a la ciudadanía exactamente en lo que estamos y debatir a donde queremos ir".

"No estamos en una crisis en la que hay que aguantar. Es una transformación. EEUU no puede tener cero ahorro; China no puede dedicarse solo a la exportación y el sistema financiero no tendrá esas rentabilidades porque no podemos permitirnos esos apalancamientos", apuntó.

Rato también puso encima de la mesa algunas de las consecuencias de los planes de rescate iniciados por los gobiernos de los países desarrollados porque él defiende que "el sistema de mercado es el mejor" pero únicamente "porque hay un riesgo de perder".

"Pero si no hay riesgo de perder, el sistema de mercado no es el mejor; y por lo tanto, eso es algo que la sociedad debe discutir, es un riesgo moral", dijo.

En cualquier caso, dijo que el "gasto público es necesario" y destacó que España ha pasado de un superavit del 2 por ciento a un déficit del 8 por ciento.

"Eso es una diferencia de 10 puntos del PIB en 2 años, con lo que no es Keynes, es Keynes multiplicado por varios", en referencia a las teorías del economista John Maynard Keynes que propugnaba políticas fiscales y monetarias activas de los gobiernos para contrarestar cambios en la demanda privada.

El ex ministro dijo también que "no es bueno que las monedas [de países grandes] puedan cambiar de tamaño tan rápidamente".

"Es algo que no se ha mencionado en la reunión del G-20, pero un mundo en que las monedas de los grandes países cambian muy rápido provoca un mundo inestable".

"Y es verdad que su precio lo deciden los mercados, pero lo que hacen la Fed y el BCE juegan su papel", por lo que pidió la "concertación de las grandes políticas monetarias".

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