Pocos días antes de que comience la temporada de protestas primaverales en Francia, Sarkozy quiso enviar una señal positiva a una generación que teme ser excluida del mercado laboral durante la recesión y descartada cuando pase por falta de experiencia.
La crisis económica mundial ha ido incrementando el número de desempleados en Francia durante meses, pero los más jóvenes lo están pasando especialmente mal, con un desempleo juvenil de más del 20 por ciento.
Millones de personas han protestado por las políticas económicas y sociales de Sarkozy en los últimos meses, y está prevista una marcha a nivel nacional para el 1 de mayo. El elevado número de jóvenes desempleados podría aumentar aún más las tensiones.
"Para junio de 2010, nuestro objetivo es ayudar a que 500.000 jóvenes encuentren un trabajo y formación", dijo Sarkozy en un discurso, argumentando que el problema es estructural.
"Algo menos de uno de cada dos jóvenes tiene trabajo en Francia. En otros países, son dos de cada tres. Ese es el problema. Es estructural", dijo, añadiendo que sus medidas costarían 1.300 millones de euros.
Según el nuevo marco, las compañías recibirán incentivos fiscales y de otro tipo para contratar a aprendices y personal más cualificado en becas y contratos a largo plazo. El plan también mejora las condiciones de los trabajadores jóvenes bajo ciertos programas de empleo.
"Estamos apostando por el aprendizaje. No hay razón para que Francia no desarrolle masivamente el aprendizaje, que es un sistema exitoso", dijo Sarkozy.
El desempleo juvenil ha sido un tema delicado en Francia. El ex primer ministro Dominique de Villepin anunció en 2006 que iba a introducir un nuevo contrato de trabajo, facilitando la contratación y el despido de los jóvenes.
La medida llevó a grandes protestas callejeras que forzaron a Villepin a retirar su propuesta y acabó con sus esperanzas de enfrentarse a Sarkozy, su rival político, por la presidencia.
Aunque Sarkozy evitó referirse directamente a ese plan fallido, dejó clara su idea de que es completamente diferente.
"La legislación laboral debe ser la misma con independencia de la edad a la que uno haga un trabajo", dijo. "Siempre me he opuesto a los contratos que dan menos derechos sociales simplemente porque tienes menos de 26 años".
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