lunes, 27 de abril de 2009

Suenan campanas de muerte para los apicultores en Europa

BRUSELAS.- La industria de la apicultura en Europa podría desaparecer en menos de una década porque las abejas están siendo víctimas de enfermedades, insecticidas y una agricultura intensiva, dijo el lunes el organismo de apicultura internacional Apimondia.

"Con este nivel de mortalidad, los apicultores europeos sólo pueden sobrevivir otros 8 ó 10 años", dijo Gilles Ratia, presidente de Apimondia.

"Hemos tenido grandes problemas en el suroeste de Francia durante muchos años, pero ahora también en Italia y Alemania".

El pasado año, alrededor del 30 por ciento de los 13,6 millones de colmenas de Europa perecieron, según datos de Apimondia. Las pérdidas llegaron a ser del 50% en Eslovenia y de hasta un 80% en el sudoeste de Alemania.

Con un 35% de los cultivos alimentarios europeos basándose en la polinización de las abejas sobre ellos, esto supone una enorme amenaza para los agricultores, dijo Ratia.

"Es una crisis completa", dijo Francesco Panella, que posee alrededor de 1.000 colmenas en el Piamonte, en el norte de Italia. "El pasado año, perdí aproximadamente la mitad de mi producción. No puedo sobrevivir más de 2 ó 3 años más así. Mi hijo no podrá seguir con el negocio".

El misterio ha rodeado el reciente declive de la población de abejas, pero la mayoría de los apicultores responsabilizan de ello a los modernos métodos de cultivo y a los poderosos nuevos pesticidas utilizados en las cosechas como el girasol, maíz y aceite de colza.

Dos factores principales son los responsables de debilitar las colmenas: los insecticidas y la garrapata Varroa, dice el coordinador científico de Apimondia Gerard Arnold. Una vez debilitadas, las colmenas son diezmadas por los virus y otras enfermedades.

La demostración del impacto de la agricultura viene del hecho de que la producción de miel francesa se ha visto afectada por las intensivas zonas de cultivo del girasol pero ha permanecido inalterable en las montañas y en los bosques de castaños, dijo Henri Clement, presidente del sindicato de apicultura francesa.

Los colmeneros están perplejos por la poca atención que se le está prestando a una industria que suministra el 58 por ciento de las 340.000 toneladas de miel que consume Europa cada año.

"Si el ganado estuviera produciendo un 30% menos de leche cada año, no sería aceptable. Pues eso es lo que tenemos que soportar nosotros", dijo Josef Stich, que tiene 200 colmenas cerca de Viena.

A principio de este año, la Unión Europea votó a favor de eliminar los pesticidas más tóxicos después de años de discusión, pero muchos abejeros se sienten ignorados por los políticos.

Las preocupaciones de la industria de la miel se ven acalladas por los intereses de las grandes corporaciones que producen pesticidas, dijo Ratia de Apimondia.

"Los políticos son más susceptibles a la gran presión que ejerce la industria química", dijo. "Nosotros los apicultores podemos hablar y hablar, pero no nos hacen mucho caso".

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