Según Zapatero, si la UE quiere ser de verdad una unión política "eficaz para los ciudadanos" tiene que disponer de un gobierno económico "mucho más sólido" que cuente "con herramientas". "No puede haber un mercado único, una moneda única y luego no haber un Gobierno económico con poderes, con herramientas", subrayó.
Los presidentes de España y Francia, José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolas Sarkozy, han acordado hoy colaborar de forma "permanente" durante el semestre de presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010, que ha de ser el periodo de la "recuperación económica", en palabras del líder socialista.
En rueda de prensa conjunta en el Palacio de la Moncloa con motivo de la XXI Cumbre bilateral entre los dos países, Sarkozy garantizó su "apoyo total y completo" a la presidencia española, que tendrá que suponer un "gran momento político" para Europa y que deberá ponerse también "al servicio de la economía".
Sarkozy afirmó compartir con Zapatero la convicción de que la recuperación económica de la UE debe ser una de las prioridades de la presidencia española, así como la necesidad de hacer frente al "déficit de Gobierno económico" que, en opinión de ambos, sufre Europa.
En el texto de la declaración que firmaron los dos presidentes sobre la colaboración durante el semestre de presidencia española, ambos gobiernos se "comprometen a establecer una cooperación estable y permanente", siguiendo el esquema de trabajo adoptado durante la reciente presidencia francesa de la UE.
Esta colaboración se estrechará en tres áreas prioritarias: la lucha contra la crisis económica y financiera --uno de cuyos pilares fundamentales es la Estrategia de Lisboa, que toca revisar en la primera mitad de 2010-- la puesta en marcha de la Unión por el Mediterráneo y el impulso de la política europea de seguridad y defensa.
España y Francia señalan en el documento que esperan que 2010 sea "el año de la recuperación económica en la Unión Europea y en el resto del mundo". La presidencia española contribuirá a este objetivo promoviendo "medidas coordinadas de estímulo al crecimiento, protección del empleo, restablecimiento del funcionamiento del sistema financiero y mejora de la regulación y reformas estructurales".
Todo ello con el objetivo de "preparar en las mejores condiciones" la salida de la economía europea de la crisis, defendiendo al mismo tiempo los intereses europeos en el mundo, especialmente gracias a un comercio mundial que "respete las normativas en vigor (financiera y contable, social, medioambiental y de propiedad intelectual)".
La presidencia española impulsará una salida de la crisis que permita a Europa reforzar su competitividad, especialmente la de sus pymes, su base industrial y sus activos estratégicos, su progreso y su bienestar, sentando a la vez las bases de un crecimiento económico sostenible, basado en una sociedad del conocimiento y la innovación, una economía baja en carbono y energéticamente eficiente, y con mayor cohesión social.
En materia de política de Defensa europea, la presidencia española impulsará el refuerzo de las capacidades, tanto civiles como militares, a través del desarrollo de la Agencia Europea de Defensa y del proyecto A400M, el refuerzo de la capacidad de respuesta de los Grupos de Combate, la racionalización de las fuerzas multinacionales europeas existentes y la flexibilización y agilización de los procedimientos para lanzar las operaciones.
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