jueves, 30 de abril de 2009

Zapatero hunde la economía y lo niega / Pablo Sebastián


Zapatero o es más tonto de lo que parece y dice Sarkozy, o simplemente es un mentiroso sin pudor y compulsivo. Afirmar, como lo hizo el presidente del Gobierno español en Bruselas, que "lo peor de la crisis ha pasado ya", en el mismo día en el que se anuncia una caída del PIB en España del 1,8 por ciento sólo en los tres primeros meses del año, y una seria pérdida del superávit de la Seguridad Social del 24 por ciento, es un nuevo disparate de este gobernante español. El que se niega a reconocer la dura realidad y a decir la verdad. Y al que todos los datos desmienten sus pronósticos más optimistas, convencido que los españoles no tienen memoria. Le acaba de pasar con los cuatro millones de parados que él y su Gobierno decían que nunca iban a llegar. Pues ya están aquí, y creciendo camino de los cinco.

Para colmo de nuestras desgracias, Zapatero, desde Bruselas, pretende que nadie hable de los problemas de la Seguridad Social porque dice que hablar provoca alarma entre los jubilados, cuando lo que alarma es lo que pasa y la incapacidad del Gobierno para solucionarlo. De manera que los ataques del ministro Corbacho al gobernador del Banco de España y la pretensión de Zapatero de imponer la ley del silencio sobre la Seguridad Social se han dado de bruces con la realidad y la verdad, y obligan a una reforma urgente del sistema si no queremos que las cosas vayan a peor, como lo ha dicho el comisario Almunia desde la capital belga.

La situación económica y social española es muy mala y va a peor, pero el único que ve las cosas de otra manera y que no sale del optimismo es el presidente Zapatero, lo que sólo se explica por motivos electorales, como cuando negó la existencia de la crisis a principios del 2008. Porque, si no es así, entonces la cosa sería más grave, porque estaríamos ante un demente o un tonto de remate, motivo por el cual habría que destituirlo a través de una moción de censura que, incluso, debería apoyar el PSOE antes de que nos lleve a todos al nivel económico de depresión, y de que hunda al propio Partido Socialista.

El cese de Zapatero ya no es una cuestión de batalla ideológica, como él dice para disfrazarse de rojo ante los millones de parados que saben que él tiene gran culpa de lo que les ocurre. Ni siquiera de batalla política con la oposición. Estamos ante un caso de incompetencia política absoluta, y eso debe ser denunciado por todos, PSOE, PP e incluso por los sindicatos, cuyos líderes parecen tan incapaces como Zapatero y están también con el discurso de lo social en contra de los empresarios, en vez de gritar contra el Gobierno que les miente todos los días y no sabe qué hacer frente a la crisis.

Las declaraciones de Zapatero diciendo que lo peor de la crisis ha pasado, cuando la verdad es que aún está por llegar, son moral y políticamente una mentira y una indecencia. Amén de un insulto para los ciudadanos, que no paran de recibir pésimas noticias. ¿Le puede decir Zapatero a una persona que acaba de perder su empleo que lo peor ha pasado ya cuando todos los parados están viviendo un infierno particular y familiar? Lo peor de esta crisis, en este país, no ha pasado y se llama Zapatero.

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