"Cuba tiene una firme base económica, sobre todo en el turismo", dijo el miércoles el presidente ejecutivo de la compañía catarí Ghanim Bin Saad al-Saad en una rueda de prensa.
Según el empresario, la empresa mixta se llamará Gran Paraíso y la contraparte cubana será la firma Gran Caribe que opera unos 47 hoteles en la nación caribeña. El proyecto estará funcionando en 2012.
La iniciativa contempla desarrollar en una superficie de 28 hectáreas un centro de recreación de lujo en Cayo Largo del Sur, a unos 200 kilómetros de La Habana, que incluirá un hotel de 450 habitaciones con spa y unas 60 villas de descanso.
Además se negocia ampliar la inversión inicial --ambas partes pondrán capital-- hasta "duplicar el número de habitaciones", comentó Luis Miguel Díaz, presidente de Gran Caribe y para quien es muy importante que la contraparte árabe confíe en Cuba en medio de una fuerte crisis financiera mundial.
Esta es la primera firma mixta cubana con un país árabe, manifestó Díaz.
Actualmente la nación caribeña cuenta con 46.000 habitaciones y recibe principalmente turismo canadiense o europeo, pero muchos observadores señalan que podría producirse una llegada masiva de estadounidenses si ese país levanta la prohibición a sus nacionales para viajar a Cuba.
Sin embargo, Díaz descartó que el objetivo fuera tener más disponibilidad de espacio para alojamiento ante un posible cambio de política por parte de Washington y en cambio aseguró que la isla no se prepara para "ningún turismo específico".
El volumen de turistas que arriban a la isla aumentó un 9,3% el año pasado, en que llegó a los 2,35 millones de personas, generando 2.700 millones de dólares de ingresos, un 11% más que en el 2007, según cifras oficiales.
A pesar de la crisis económica mundial, en enero y febrero el turismo aumentó un 4,5% en relación con los dos primeros meses del año pasado.
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