viernes, 22 de mayo de 2009

Desencuentro entre Rusia y la Unión Europea en la cumbre de Jabárovsk

MOSCÚ.- El presidente ruso, Dimitri Medvedev, condenó los intentos de la Unión Europea (UE) de reforzar sus relaciones con las ex repúblicas soviéticas, en una cumbre en el extremo oriental ruso que concluyó este viernes sin resolver diferencias, particularmente sobre temas energéticos.

La cumbre de Jabárovsk, hasta ahora la ciudad más al este que se haya escogido para este tipo de encuentros, estaba destinada a acercar posiciones entre la UE y Rusia tras la crispación de las relaciones por la guerra en Georgia de 2008 y por la crisis del gas entre Moscú y Kiev, que dejó a parte de Europa sin suministro este invierno.

Las sonrisas y las declaraciones de admiración sobre la belleza de esta remota ciudad no lograron esconder las discrepancias, en especial sobre el acuerdo de Asociación Oriental que lanzó la UE en Praga a principios de mes con seis ex repúblicas soviéticas.

La asociación tiene como objetivo reforzar los lazos políticos y económicos entre los 27 países de la UE y Ucrania, Moldavia y Bielorrusia, tres vecinos inmediatos, y Georgia, Armenia y Azerbaiyán, ex repúblicas soviéticas del Cáucaso.

El presidente checo, Vaclav Klaus, que ocupa la presidencia rotativa de la UE; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el jefe de la diplomacia del bloque, Javier Solana, trataron de tranquilizar a Rusia sobre este acuerdo, sin embargo Medvedev sostuvo que algunos de los Estados parte lo "ven como una asociación antirrusa".

"Lo diré de manera simple. Intentamos convencernos a nosotros mismos -dijo Medvedev- pero no lo logramos".

En cuanto a la Carta de Energía, adoptada en 1991 para integrar a los sectores energéticos de la ex URSS y de Europa del Este, Rusia considera que debe ser reemplazada por otro acuerdo en la materia.

Los líderes europeos dijeron que estaban dispuestos a escuchar las propuestas rusas sobre el tema, pero que no era necesario desechar el actual acuerdo.

"No debemos tirar a la basura acuerdos que existen desde hace años. Estamos dispuestos a estudiar las propuestas de Rusia, pero trabajando a partir de los acuerdos existentes", declaró Barroso.

Medvedev reafirmó a su vez las objeciones y dijo que "Rusia no participa (en la Carta de Energía) ni tiene intención de hacerlo".

Bajo su forma actual, destacó Medvedev, el texto no podría impedir las crisis subrayando que Ucrania, que ratificó el acuerdo, no lo respetó durante la crisis del gas.

La crisis de enero entre Rusia y Ucrania dejó a los consumidores de varios países de la UE sin suministro de gas durante casi dos semanas. Barroso había emitido sus dudas en ese momento sobre la fiabilidad de Rusia como proveedor energético y advirtió que "no sería bueno" que se repitiera lo ocurrido.

Al término del encuentro de este viernes, Medvedev declaró tener "dudas" sobre la capacidad de pago de Ucrania por el gas ruso, el tema que desencadenó la crisis en enero, en alusión a los 4.000 millones de dólares (2.900 millones de euros) que necesita Ucrania para reponer sus reservas de gas.

Moscú eligió Jabárovsk para la cita para que los europeos "tengan la oportunidad de apreciar la grandeza de Rusia", en palabras de Medvedev.

Jabárovsk se encuentra a unos 6.000 km de Moscú, a sólo 30 km de la frontera china y a diez horas de vuelo de Bruselas, con la que la diferencia horaria es de nueve horas.

Las dos partes también están negociando un nuevo acuerdo bilateral que reemplazaría el actual Acuerdo de Asociación y Cooperación.

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