La fase de despidos podría alcanzar los 30.000 trabajadores, según el plan del gobernador Luis Fortuño para enfrentar el déficit fiscal por 3.200 millones de dólares.
El presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Carlos García, informó en rueda de prensa que la primera ronda de cesantías será efectiva a partir del 10 de julio y que los empleados transitorios deberán dejar sus plazas una vez se venzan sus actuales contratos, cuyas fechas son diversas.
"Al presente no se puede aún estimar el número específico de las cesantías en futuras rondas" añadió.
Fortuño expresó en rueda de prensa que el proceso es "difícil, pero la alternativa era aumentar el IVU (Impuestos sobre Ventas y Uso), aumentar las contribuciones sobre ingresos y otras medidas que hubieran trastocado aún más a todos y cada uno de los puertorriqueños".
Dijo que a su gobierno le ha tocado "recoger los platos rotos de otros, nadie pensaba que el déficit podría ser de sobre 3.200 millones de dólares... el problema es que no tenemos cómo pagarle a estas personas", señaló.
A los 7.816 empleados despedidos el viernes se suman otros 2.585 que se acogieron voluntariamente a un programa de renuncias incentivadas que el gobierno estableció en un intento de evitar cesantías.
Entre los empleados que se acogieron a las renuncias incentivadas y los despedidos el viernes, el gobierno espera ahorrar 392 millones de dólares, lo que deja un balance de $1,608 millones en economías que aún faltan por alcanzarse.
Los despedidos laboran en las divisiones de educación, hacienda, salud, familia, corrección, desarrollo agropecuario y rehabilitación vocacional, detalló.
García precisó que es posible que algunos de los empleados transitorios cesanteados, como maestros y personal de hacienda, puedan ser contratados nuevamente si fuese necesario a lo largo del próximo año fiscal, que inicia el primero de julio.
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