Desde la auditoría estiman que en caso de que la nueva gripe se expanda por todo el mundo provocaría cortes y retrasos en el suministro de bienes y servicios, caídas en la demanda de productos no esenciales y una tasa de absentismo laboral que se disparará hasta el 50% de las plantillas.
Para Ernst & Young, un 'plan de continuidad de negocio' debe basarse en la tecnología para posibilitar el teletrabajo, lo que contribuiría a mantener la comunicación entre los empleados y sus clientes, es decir, a que la empresa continue con su actividad empresarial.
"Además de las medidas higiénicas de profilaxis y tratamiento, también es importante implementar estrategias tecnológicas que permitan que, si fuera necesario, al menos el 40% de los trabajadores pueda continuar con su trabajo diario pese a no acudir a la oficina", subrayó el responsable de seguridad informática de la consultora, Rafael Ortega.
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