lunes, 25 de mayo de 2009

El BCE retrasa la recuperación económica a 2010

MADRID.- El miembro del comité ejecutivo del BCE José Manuel González Páramo aseguró hoy en Madrid que se puede observar un "punto de inflexión" en algunos indicadores económicos, aunque retrasó la fecha de inicio de una "gradual y moderada" recuperación al año 2010.

"Se puede observar un cambio en la segunda derivada, como dirían los matemáticos", señaló González Páramo antes de intervenir en una conferencia en el Club Siglo XXI, donde, sin embargo, recordó que la economía aún se mueve en niveles muy bajos y que el escenario sigue siendo el de un "crecimiento negativo significativo" a lo largo de este año.

Durante su intervención, González Páramo aseguró que, pese a la cierta mejoría que se ha podido observar desde principios de marzo, el sistema financiero internacional sigue atravesando un periodo de corrección y que la persistencia de tensiones en los mercados monetarios sigue siendo "un motivo especial de preocupación" para el BCE y otros bancos centrales.

Así, aseguró que los llamados "brotes verdes" que se han observado desde el comienzo de la primavera siguen teniendo un carácter "incipiente", por lo que la todavía "elevada incertidumbre" que rodea los escenarios macroeconómicos no puede "dar pie a la complacencia".

En este contexto, aseguró que el "formidable y justificado" esfuerzo fiscal que han desarrollado los diferentes países "sólo tendrá efectos positivos a medio y largo plazo si la estrategia de salida se comunica y se asegura".

"De lo contrario todos conocemos cual puede ser el impacto de emisiones cuantiosas de deuda pública y volúmenes muy grandes durante mucho tiempo", advirtió.

A su parecer, las estrategias de salida se tienen que diseñar y hacer públicas, al tiempo que deben implicar, en el caso de Europa, una aplicación "estricta" del Pacto de Estabilidad y Crecimiento dentro de la flexibilidad que permite en momentos como el actual.

"Los gobiernos deberían, en función de su situación de partida, dar una idea a sus mercados y ciudadanos de cómo va a ser el retorno a una situación de normalidad. La confianza es crucial", añadió.

A pesar de todo, mandó un mensaje de confianza al recordar que Europa se ha forjado siempre en crisis y pronosticó que, aunque no se pueda decir con seguridad cuándo se superará el ajuste, hay razones para pensar que Europa saldrá reforzada siempre que no se abandone a la complacencia.

"Para ello, es imprescindible vigilar que la aparición de brotes verdes no rebaja un ápice la tensión reformadora", indicó.

González Páramo repasó las medidas "sin precedentes" en cuanto a "magnitud, rapidez y frecuencia" adoptadas por los diferente países y los bancos centrales para estabilizar los mercados y la economía, y consideró que resultaría "prematuro" determinar con precisión la efectividad de las mismas para mejorar la financiación a largo plazo de las entidades de crédito y fomentar el crédito al sector privado.

Sin embargo, consideró "innegable" que la combinación de un estímulo macroeconómico significativo, la provisión de ilimitada de liquidez del banco central y una amplia gama de medidas gubernamentales dirigidas a reforzar el balance de las entidades de crédito está contribuyendo "ya de forma efectiva" a la recuperación de la economía y la confianza, así como a la suavización del sistema financiero.

Tras analizar cada una de las medidas, consideró necesario distinguir entre lo que se ha hecho bien y lo que hay que mejorar de cara al futuro. En este sentido, destacó el "gran activo" que representa el euro para afrontar una crisis, así como la coordinación "sin precedentes" que han puesto de manifiesto los países, la orientación de la política macroeconómica a corto plazo y el compromiso europeo con la apertura externa.

En cambio, apostó por mejorar los instrumentos de la regulación y supervisión financiera, evitar el crecimiento de sistemas financieros en la sombra y avanzar en las reformas estructurales en los mercados de bienes y servicios y en el ámbito laboral, mejorando la formación de salarios y facilitando la movilidad laboral entre países.

En cuanto a la política monetaria del BCE, recordó que tiene un "ancla muy bien definida" centrada en la estabilidad de precios a medio plazo, y que las medidas de gestión de liquidez tratan de trasladar al mercado las decisiones de política monetaria.

"Cada momento haremos en gestión de liquidez lo que sea necesario para que estas expectativas estén firmemente ancladas", subrayó.

En este sentido, admitió que existe cierto riesgo de deflación, aunque es reducido y no forma parte del escenario central que contempla el BCE en este momento. Sin embargo, admitió que la entidad presidida por Jean Claude Trichet se mantendrá "absolutamente alerta" ante cualquier posible cambio en esta situación.

Sobre la evolución del Euríbor en los últimos meses y los repuntes que ha encadenado los últimos cuatro días, González Páramo aseguró que "no tiene por qué mancar una tendencia en absoluto", ya que se explica por los ajustes de las entidades a las demandas de liquidez.

"De momento no hay ninguna razón para pensar en un cambio de tendencia", añadió.

Preguntado por si caben o no más bajadas de tipos en el futuro, González Páramo recordó que la institución considera que el 1% es un límite "apropiado" en función de los últimos datos posibles, pero no el más bajo imaginable en cualquier escenario.

Respecto a las compras de activos financieros por parte del BCE, afirmó que la institución las llevará a cabo "cuando sea técnicamente posible", lo que supone unas después de la reunión de junio. En este sentido, explicó que aún resta por definir cuestiones como el tipo de deuda, los vencimientos y la s calificaciones crediticias.

Además, recordó que el próximo 7 junio se darán a conocer los detalles de técnicos de las operaciones porque las entidades tienen que prepararse para pujar y que los bancos centrales tienen que dotarse de mecanismos de actuación que permitan ejecutar las compras.

En cualquier caso, González Páramo expresó la intención del BCE de abandonar las medidas 'no convencionales' lo antes posible y volver a la normalidad lo antes posible.

El pasado 7 de mayo Trichet anunció que la institución suministrará liquidez a los bancos a través de operaciones de refinanciación con vencimiento a doce meses, y que el Eurosistema realizará compras de bonos garantizados denominados en euros por importe de hasta 60.000 millones de euros.

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