Esta caída se produjo después de que en febrero se consolidara el debilitamiento en la demanda de gasolina y gasóleo, que se situó durante el mes en 2,27 millones de toneladas, un 12,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Además, provocó que el acumulado de los doce meses anteriores volviese a registrar un descenso, de un 6,5% esta vez, y se situara en 30,7 toneladas.
Por combustibles, el gasóleo, que es el más consumido, registró una fuerte caída, del 13,3%, con respecto a febrero de 2008, hasta 1,81 millones de toneladas. Casi el 80% del consumo de combustibles de automoción corresponde a este producto.
Por su parte, la gasolina registró una caída del 7,3% en el caso de la modalidad de 95 octanos, de la que se consumieron 398.000 toneladas, y del 19% en el caso de la de 98 octanos, cuyo consumo es marginal.
La menor demanda de combustibles de automoción, que representan el 42,9% del total de productos petrolíferos, se aprecia en el consumo final de estos derivados, que en febrero fue de 5,4 millones de toneladas, un 8,2% menos que en el mismo mes de 2008.
Cores destaca que la debilidad de consumo de estos productos no ha variado en los últimos meses y coincide con "una tendencia negativa en prácticamente todos los indicadores económicos".
De hecho, ninguno de los productos derivados del petróleo llegó a igualar o mejorar los datos de consumo del año anterior. El queroseno cayó un 11%, en la mayor proporción, mientras que los gases licuados lo hicieron en un 3,6% y los fuelóleos en un 2,1%.
Pese a la caída de la demanda y a la moderación de los precios del barril de crudo Brent, que oscilaron en febrero entre los 41 y 46 dólares, los combustibles de automoción se encarecieron durante el mes en un 5,6%.
Cores atribuye esta tendencia a una caída de la cotización del euro frente al dólar que, en términos reales, provocó un encarecimiento del combustible en el surtidor final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario