domingo, 17 de mayo de 2009

El deterioro de los activos inmobiliarios de las cajas españolas forzará la desaparición de entidades

MADRID.- Para algunas cajas de ahorros españolas el futuro es sombrío, según la revista The Economist. Estas entidades se han convertido, junto a los bancos regionales estadounidenses, en la parte del sector financiero más perjudicada: se trata de operadores que o no cuentan “con el abrazo reconfortante del Estado o tienen una cartera de activos poco diversificada”.

Para la revista, las cajas están sometidas a una presión mayor a medida que se deteriora la calidad de sus activos inmobiliarios por la crisis, lo que podría derivar en un descenso del número de estas entidades a través de integraciones o adquisiciones.

El artículo, titulado Reconstruyendo los bancos, no da una estimación cuantitativa de lo que podría suponer esta reducción, aunque sí lo hace en el caso de la banca norteamericana. Según un experto de la consultora Oliver Wyman, el número de bancos en EEUU podría reducirse por efecto de la crisis desde los 8.000 existentes en la actualidad hasta unas 2.000 entidades.

El futuro es menos inquietante para los grandes bancos, los que representan el corazón del sistema financiero global. “El futuro es para ellos lo suficientemente seguro, por lo que serán capaces de tener un plan más allá de la mera supervivencia”, subraya The Economist.

No obstante, vaticina que tendrán que cambiar todo lo que hacen: “desde la forma de gestionar sus balances, hasta las remuneraciones a sus gestores”.

En España, el principal problema para el sector financiero es su excesiva exposición al sector de la promoción inmobiliaria. La banca española acumula créditos concedidos a las inmobiliarias por valor de 318.000 millones de euros, de los cuales un 54% corresponden a las cajas.

Este segmento de mercado acumula también la mayor tasa de mora (6,1%), por encima de la media (4,14%).

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