"Estamos en medio de una crisis económica y financiera y vamos hacia una crisis social porque habrá una crisis de empleo", dijo Juncker en rueda de prensa al término del Eurogrupo.
Por ello lanzó un llamamiento a la "responsabilidad social" de los empresarios y les pidió que "no procedan a despidos prematuros" o "masivos" y "recurran en los países donde este instrumento existe a los paros parciales que permitan construir un puente entre la situación muy negativa en la que nos encontramos y el retorno del crecimiento".
Juncker criticó que, a petición del presidente francés, Nicolás Sarkozy, y con el apoyo de los grandes Estados miembros, se desconvocara la cumbre extraordinaria de líderes europeos sobre empleo que la presidencia checa había convocado para el 7 de mayo.
En su lugar se celebrará una reunión de la presidencia checa y la Comisión con los interlocutores sociales, con la participación de las futuras presidencias sueca y española. "No tener ideas no es motivo para no ocuparse de un problema", subrayó el presidente del Eurogrupo.
Insistió en que "muchos políticos subestiman la amplitud" del fenómeno del paro y su "carácter explosivo", y alertó de que éste afecta primero a "los más débiles y frágiles", que no tienen otro recurso que su propia fuerza de trabajo. No quiso pronunciarse sobre las reformas que requiere el mercado laboral español, pese a ser preguntado sobre ello, y reclamó en general un refuerzo de las políticas activas y de la formación de los que pierden su puesto de trabajo.
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