En su edición de primavera del informe de perspectiva regionales para el Viejo Continente, la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn prevé que los países avanzados de Europa registren una contracción del 4% en 2009 y experimenten todavía un crecimiento negativo del 0,4% en 2010, mientras que las economías emergentes de Europa caerán el 4,9% este año, pero crecerán un 0,7% en 2010.
En concreto, el informe reafirma las previsiones de la institución publicadas el pasado mes de abril en las que se auguraba una contracción del 4,2% para la eurozona en 2009 y del 0,4% en 2010, que en el caso de España sería del 3% este ejercicio y del 0,7% en 2010.
En lo que respecta a la inflación, el FMI señala que ésta caerá a niveles muy bajos en muchos países, aunque "probablemente se evitará una deflación clara" a pesar de que "las presiones deflacionarias han aumentado".
De este modo, el informe señala la necesidad de aplicar políticas macroeconómicas que respalden la demanda e insta a "aprovechar rápidamente el margen disponible para reducir las tasas de interés", al mismo tiempo que recomienda aplicar una política monetaria "más expansiva poco convencional".
En el caso de Europa, el FMI subraya la importancia de la coordinación, especialmente en el ámbito financiero, y sugiere la necesidad de un acuerdo sobre las metodologías básicas para determinar las necesidades de capital y la estrategia para resolver el problema de los activos 'tóxicos'.
En el área de política fiscal, la institución internacional destaca el "significativo margen de maniobra para una expansión fiscal coordinada" que incrementa la efectividad de los estímulos adoptados.
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