domingo, 31 de mayo de 2009

El Papa advierte de la contaminación que hay en el corazón y en el espíritu

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI dijo hoy, festividad de Pentecostés, que en el mundo existe "una contaminación del corazón y del espíritu, que mortifica y envenena la existencia espiritual".

El Pontífice hizo esta advertencia durante la celebración de la misa de Pentecostés, celebrada en la Basílica de San Pedro, del Vaticano.

"Del mismo modo que es necesario no acostumbrarse al veneno del aire -por eso el compromiso ecológico representa una prioridad- debería hacerse lo mismo con aquello que corrompe el espíritu", señaló el Papa.

Asimismo, agregó que la sociedad parece acostumbrarse "sin dificultad" a "los productos contaminantes de la mente y el corazón" como, por ejemplo, "el convertir en espectáculo el placer, la violencia o el desprecio por el hombre y la mujer".

Benedicto XVI precisó que "el hombre no quiere ser más la imagen de Dios, sino de sí mismo; se declara autónomo, libre y adulto".

"Tal comportamiento revela una relación no auténtica con Dios, a consecuencia de una falsa imagen que de él mismo se ha construido, como hijo pródigo de la parábola evangélica que cree realizar alejándose de la casa del padre", añadió.

"En manos de un hombre así el fuego y sus enormes potencialidades se convierten en algo peligroso: pueden volverse en contra de la vida y de la misma Humanidad, como desgraciadamente demuestra la historia", dijo el Papa

A este respecto Benedicto XVI recordó las tragedias de Hiroshima y Nagasaki, en las que "la energía atómica, utilizada con objetivos bélicos, finalizó por sembrar la muerte en proporciones inauditas".

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